Desmantelado en Barcelona un laboratorio de fabricación de nuevas sustancias psicoactivas conocidas como NSP. Elaboraban drogas sintéticas a partir de sustancias estupefacientes naturales que posteriormente exportaban a diferentes países.
En una operación conjunta de la Agencia Tributaria y la Policía Nacional, se ha desmantelado en Barcelona un laboratorio de fabricación de nuevas sustancias psicoactivas conocidas como NSP. Estas sustancias eran elaboradas a partir de sustancias estupefacientes naturales y posteriormente exportadas a Norteamérica, Oceanía y países europeos a través de envíos de paquetería.
Durante la operación, se detuvo a tres personas de una misma familia que regentaban el laboratorio.
Se encontraron materiales para la elaboración de más de 7.500.000 dosis de sustancias NSP, entre las que se encuentra la droga estimulante conocida como 'polvo de mono' y el cannabinoide sintético ADB-BUTINACA.
Esta investigación, llevada a cabo en el marco del proyecto GRIDS de la ONU, contó con la colaboración de las agencias estadounidenses DEA y CBP. Se trata de un golpe importante contra el tráfico de drogas sintéticas en la región.
El laboratorio, ubicado en una casa de la localidad barcelonesa de Tagament, contaba con un sofisticado sistema de producción y despacho logístico.
En su interior se encontraban diferentes productos químicos, solventes y precursores necesarios para la confección de las sustancias, así como una máquina emblistadora para las pastillas.
Además de los materiales utilizados en la fabricación de las drogas, se encontraron 35.000 euros en efectivo, 1.8086 monedas virtuales con un valor de 52.635 euros, diversos lingotes de oro y material informático pendiente de análisis.
La cooperación internacional con agencias policiales extranjeras ha sido fundamental en esta operación.
Se logró intervenir una gran cantidad de sustancias psicoactivas durante los dos años de investigación policial, golpeando a la organización criminal en diferentes países.
El método utilizado por la organización consistía en realizar envíos masivos a través de empresas de paquetería, inundando los sistemas logísticos con remesas de bajo valor y escaso peso para dificultar su detección y control policial.
Estos envíos se dirigían tanto a países europeos como a Estados Unidos, Asia y Oceanía.
En total, se intervinieron 704 envíos conteniendo sustancias estupefacientes en un periodo de cuatro meses.
Además, se descubrió que la organización repetía envíos a las mismas direcciones postales para dificultar la acción policial.
Esta investigación es un ejemplo del trabajo conjunto entre agencias policiales tanto a nivel nacional como internacional para combatir el tráfico de drogas sintéticas y proteger la salud y seguridad de la población.