La cadena de supermercados Kroger anunció el cierre de tres de sus centros de cumplimiento automatizados en diferentes estados de EE. UU., en un movimiento destinado a mejorar la experiencia del cliente y optimizar sus operaciones logísticas.
Estos centros, ubicados en Pleasant Prairie, Wisconsin; Frederick, Maryland; y Groveland, Florida, dejarán de operar en febrero de 2025, presuntamente para reducir costos y adaptarse a las nuevas tendencias del mercado.
Supuestamente, la decisión de cerrar estos centros responde a cambios en la economía y en el comportamiento de los consumidores, que en los últimos años han movido sus compras nuevamente hacia las tiendas físicas, tras la recuperación post-pandemia.
La inversión en estos centros automatizados, que supuestamente fueron desplegados en colaboración con la compañía británica Ocado en 2018, resultó en un gasto de aproximadamente 2.400 millones de euros, una cifra que supuestamente #Kroger busca ahora recuperar mediante la optimización de su red.
Según fuentes internas, Kroger ha informado que la mayoría de los empleados afectados por estos cierres serán reasignados a otras instalaciones o puestos dentro de la compañía, aunque se estima que unas 1.150 personas perderán sus empleos en total, incluyendo trabajos en atención al cliente, #logística y transporte. En concreto, en la planta de Pleasant Prairie, se prevé que 180 empleados serán afectados, mientras que en la de Groveland, la cifra podría ascender a 950, incluyendo conductores y personal de soporte.
Presuntamente, estos centros automatizados estaban destinados a acelerar los procesos de preparación y envío de pedidos en línea, un sector que supuestamente ha sido impulsado por la pandemia, pero que ahora enfrenta una disminución en la demanda, haciendo que la operación en estos sitios no sea tan rentable como en un principio.
Kroger, que emplea a más de 400,000 personas en todo Estados Unidos, afirmó que continuará fortaleciendo alianzas con plataformas de entrega como Instacart, DoorDash y Uber Eats para mantener su presencia en el comercio electrónico.
La compañía también anunció que, a pesar de los cierres, su estrategia de comercio electrónico seguirá siendo un pilar fundamental en su modelo de negocio.
Presidente y CEO de Kroger
Según Ron Sargent, presidente y CEO de Kroger, la prioridad es ofrecer a los clientes una experiencia de compra más sencilla, con entregas más rápidas y más opciones, lo que supuestamente permitirá aumentar las ventas rentables en el futuro cercano.
Supuestamente, los análisis de mercado indican que la inversión en centros automatizados ya no resulta tan conveniente debido a que la recuperación del mercado presencial ha sido más rápida de lo esperado.
Además, se comenta que Kroger, en un intento por reducir pérdidas, también ha iniciado una revisión de su red de distribución, enfocándose en mantener solo los centros más eficientes en Ohio, Texas, Georgia, Colorado y Michigan.
El impacto económico de estos cierres se estima en una pérdida de aproximadamente 2,6 millones de euros en valor contable, además de otros gastos asociados a la reestructuración.
Aunque algunos analistas consideran que esta estrategia puede ser un paso hacia una mayor eficiencia, otros advierten que la tendencia del mercado aún es incierta y que las empresas del sector alimentario deben adaptarse rápidamente a los cambios.
En conclusión, Kroger continúa ajustando su modelo de negocio ante las fluctuaciones del mercado y las nuevas demandas de los consumidores, apostando por alianzas estratégicas y una mayor presencia en el comercio digital, mientras presuntamente reduce su inversión en centros de cumplimiento automatizados que ya no consideran rentables.
