Los recientes aranceles impuestos por el presidente Trump están generando incertidumbre en el mercado. Aquí te contamos si es un buen momento para comprar acciones.

Las últimas semanas han sido difíciles para los inversores. Los tres principales índices bursátiles —el S&P 500, el Dow Jones y el Nasdaq— han experimentado caídas significativas, interrumpiendo temporalmente el impulso que los había caracterizado en los últimos dos años.
Durante este tiempo, las acciones habían subido en dos dígitos gracias a la expectativa de un entorno con tasas de interés más bajas y el entusiasmo por tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) y la computación cuántica.
Sin embargo, la situación ha cambiado. Recientemente, algunos datos económicos han decepcionado, como la caída en la confianza del consumidor, y ha surgido preocupación sobre si las empresas de IA, que han crecido a un ritmo acelerado, podrán mantener su crecimiento.
Uno de los factores más destacados es la implementación de aranceles por parte del presidente Donald Trump sobre importaciones de países como China, México y Canadá, lo que ha provocado una respuesta de estos países que temen por sus economías.
El lunes, el S&P 500 registró una caída del 1.8%, su mayor descenso diario desde diciembre, y el martes continuó cayendo un 1.2%. Ante este panorama, surge la pregunta: ¿deberías comprar acciones ahora?
Históricamente, los inversores esperaban que los recortes en las tasas de interés, que se anticipan para este otoño, facilitaran la inversión y expansión de las empresas, así como el consumo por parte de los clientes.
Sin embargo, los datos económicos recientes, como una disminución de 7 puntos en la confianza del consumidor hasta un índice de 98.3, han generado un ambiente sombrío para el mercado. Las acciones de Nvidia, un referente en el sector de la IA, han caído un 17% en los últimos días debido a preocupaciones sobre controles gubernamentales y creciente competencia.
Los aranceles, que podrían provocar un aumento en la inflación y mantener altas las tasas de interés, se han implementado en un contexto de tensiones comerciales.
Trump anunció un arancel del 25% a productos de México y Canadá y un 10% adicional a bienes provenientes de China. Estas medidas, justificadas como necesarias para combatir el tráfico de drogas, han llevado a los países afectados a anunciar aranceles en represalia.
Un ejemplo inmediato del impacto de estos aranceles se observa en Target, que depende en gran medida de la importación de productos agrícolas de México.
Su CEO, Brian Cornell, indicó que podrían aumentar los precios de productos como aguacates y plátanos, lo que podría afectar las ventas si los consumidores deciden reducir su gasto.
Esta situación podría tener un efecto dominó, afectando a diversas industrias, desde el comercio electrónico hasta la automoción y la restauración.
A pesar de este panorama complicado, es crucial mirar al pasado. Este no es el primer desafío que enfrentan las empresas; en 2022, la inflación también alcanzó niveles altos, impactando las ganancias de las empresas.
Sin embargo, se ha demostrado que las empresas sólidas pueden sobreponerse a estos desafíos. Además, es importante recordar que a lo largo de la historia, el índice S&P 500 ha mostrado una capacidad de recuperación tras crisis económicas significativas.
Esto sugiere que, aunque el contexto actual es difícil, no se debe evitar completamente la inversión en acciones. Durante estos momentos, puede ser posible adquirir acciones de empresas de calidad a precios reducidos, ya que sus valoraciones suelen caer a corto plazo.
Invertir en el largo plazo, apoyándose en empresas con bases sólidas, puede resultar en ganancias sustanciales a medida que el mercado se recupera. La paciencia y la estrategia son clave para los inversores en este momento incierto.
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