Mientras los Millennials siguen siendo la generación más numerosa, los Baby Boomers están tomando la delantera en el mercado inmobiliario durante 2026, representando el 42% de las compras de viviendas en Estados Unidos, según datos recientes. Expertos pronostican una recuperación gradual del mercado inmobiliario en los próximos años, con áreas tradicionales como Nueva York y regiones del Medio Oeste siendo las más buscadas.
Aunque los Millennials continúan siendo la generación más grande en número, los datos indican que los adultos mayores entre 60 y 78 años ahora representan aproximadamente el 42% de las transacciones de compra, en comparación con el 29% de los Millennials.
Este fenómeno refleja una tendencia que, presuntamente, ha sido influenciada por factores económicos, demográficos y sociales.
Históricamente, los #Baby Boomers han sido grandes compradores en el mercado inmobiliario, impulsados por sus mayores ahorros y una búsqueda de estabilidad en la jubilación.
Sin embargo, en los últimos años, la llegada de los Millennials a la edad de compra de viviendas, junto con las altas valoraciones de las propiedades y las tasas hipotecarias elevadas, había frenado su participación.
Ahora, con las tasas de interés en descenso y una mejora en la accesibilidad, presuntamente, los Boomers están aprovechando para consolidar su presencia.
Según expertos del sector, el mercado en #2026 se caracteriza por una recuperación lenta y gradual, conocida como el “Gran Reset Inmobiliario”. Este proceso, supuestamente, no será una corrección rápida de precios, sino una estabilización que tomará varios años. La recuperación se debe, en parte, a una mejora en la asequibilidad y a un crecimiento salarial que comienza a superar la inflación en algunas regiones.
Las áreas que dominan las proyecciones para 2026 incluyen los suburbios de Nueva York, como Long Island, el Valle de Hudson, y el Norte de Nueva Jersey, junto con localidades en Connecticut como Fairfield County.
Estas zonas ofrecen un equilibrio entre accesibilidad y calidad de vida, atrayendo a quienes buscan escapar de las zonas afectadas por desastres naturales o altos costos de vida.
Por otro lado, las regiones del Medio Oeste y los Grandes Lagos, como Syracuse, Cleveland, y Minneapolis, también se perfilan como destinos preferidos por jóvenes profesionales y familias en busca de rentas más asequibles y oportunidades laborales.
Mientras tanto, las ciudades costeras de Florida y Texas, incluyendo Miami, Austin y Fort Lauderdale, podrían experimentar un enfriamiento en sus mercados, debido a incrementos en los costos de seguros por desastres naturales y a la tendencia de los residentes a regresar a sus lugares de origen, especialmente en un contexto de aumento en los costos de vida y riesgos asociados.
Redfin proyecta que en 2026 estas disminuirán ligeramente
En cuanto a las tasas hipotecarias, Redfin proyecta que en 2026 estas disminuirán ligeramente, situándose en torno al 6,3%, comparado con el 6,6% de 2025, aunque seguirán siendo relativamente altas en comparación con los niveles pre-pandemia.
Esta tendencia, presuntamente, será impulsada por un mercado laboral más débil que podría llevar a la Reserva Federal a reducir las tasas de interés.
Se espera que las ventas de viviendas existentes aumenten un 3% en 2026, con un pico en la temporada de primavera, cuando las tasas suelen ser menores y la demanda aumenta.
Sin embargo, los compradores que temen perder sus empleos, en especial ante la automatización y la inteligencia artificial, mostrarán cierta cautela.
Por último, la demanda de alquileres también se prevé en aumento, con incrementos en los precios que podrían oscilar entre el 2% y el 3%. La ralentización en la construcción de nuevos apartamentos, junto con una mayor preferencia por alquilar debido a la incertidumbre económica, contribuirá a esta tendencia.
En regiones como el sur de Florida y el sur de California, las políticas migratorias más estrictas limitarán aún más el crecimiento del mercado de alquileres.
En resumen, 2026 se perfila como un año de transformación en el mercado inmobiliario estadounidense, con una participación creciente de los Baby Boomers y un lento proceso de estabilización de precios.
