Explora las desigualdades en la herencia entre familias blancas, negras e hispanas en EE. UU.

Imagen relacionada de la herencia no es la solucion para todos los estadounidenses

Si has estado esperando una herencia de un familiar adinerado, es posible que debas replantear tus expectativas. La realidad es que la mayoría de los estadounidenses no heredará ninguna riqueza significativa. Según un estudio de la Reserva Federal de Richmond, menos de la mitad de los estadounidenses reciben algún tipo de herencia. Esto se traduce en que muchas familias, especialmente las de color, no pueden contar con una transferencia de riqueza de generación en generación.

La brecha de riqueza entre familias blancas y las de personas negras e hispanas ha alcanzado una disparidad promedio de aproximadamente 1.000.000 de dólares (aproximadamente 935.000 euros) en riqueza familiar. Este dato es alarmante, ya que resalta las desigualdades raciales en la economía estadounidense. Por ejemplo, solo el 30% de los estadounidenses mayores de 47 a 70 años han recibido alguna herencia, y la cifra es aún menor en jóvenes, donde la proporción cae a menos del 20%.

A medida que las generaciones envejecen, la posibilidad de recibir una herencia aumenta. La mayoría de las personas heredan entre los 56 y 65 años. Sin embargo, las estadísticas muestran que solo el 35% de los hogares blancos han recibido alguna herencia, en comparación con solo el 13% de los hogares negros.

Además, la cantidad promedio heredada es significativamente distinta: 154.260 dólares (cerca de 144.000 euros) para las familias negras frente a 303.100 dólares (aproximadamente 282.000 euros) para las familias blancas.

Una de las razones detrás de esta disparidad es que los hogares negros son menos propensos a tener un testamento. La falta de planificación patrimonial es un obstáculo significativo para la acumulación de riqueza. Mientras que el 22% de los estadounidenses mayores que solo tienen un diploma de secundaria reciben una herencia, esta cifra asciende al 39% entre los graduados universitarios.

A pesar de estas dificultades, la mayoría de los estadounidenses, cerca del 60%, espera poder dejar una herencia a sus seres queridos. Sin embargo, muchas veces la vida y las circunstancias económicas complican este deseo. Gastar los ahorros en cuidados a largo plazo, la falta de planificación adecuada o la imposibilidad de adquirir una vivienda son factores que impiden a muchas familias dejar un patrimonio significativo.

En los últimos años, las políticas fiscales han favorecido a los más ricos, aumentando aún más la brecha de riqueza. Por ejemplo, el umbral de impuestos sobre sucesiones ha aumentado de 2 millones de dólares (1.870.000 euros) en 2008 a casi 14 millones de dólares (13.050.000 euros) en 2025. Esto significa que cada vez menos estadounidenses ricos están sujetos a impuestos sobre sus herencias, lo que perpetúa la desigualdad en la transferencia de riqueza.

Es fundamental que la sociedad reflexione sobre cómo estas desigualdades impactan a las comunidades. La herencia, que para algunos representa una oportunidad, para muchos es solo una ilusión. La acumulación de riqueza a través de generaciones no es una realidad para la mayoría de las familias estadounidenses, lo que plantea serias preguntas sobre el futuro económico de estas comunidades y la necesidad de políticas que aborden estas disparidades.