La icónica marca de helados Thrifty Ice Cream podría despedirse para siempre debido a la bancarrota de Rite Aid, que ha anunciado el cierre de cientos de sus tiendas. Los seguidores de la marca expresan su tristeza y preocupación por la posible pérdida de un símbolo de la cultura californiana y de décadas de tradición heladera en Estados Unidos.
Desde sus inicios en 1940 en West Hollywood, California, Thrifty Ice Cream se convirtió en un símbolo cultural para generaciones de estadounidenses, especialmente en la Costa Oeste.
La historia de esta marca comenzó cuando los hermanos Harry y Robert Borun, junto con Norman Levin, fundaron una pequeña fábrica de helados que vendía sus productos en las gasolineras y tiendas de la cadena Thrifty Drug Store.
En pocos años, sus helados lograron alcanzar un estatus de culto, siendo reconocidos por su calidad y su distintivo envase cilíndrico.
Durante décadas, Thrifty Ice Cream fue más que un simple postre; se convirtió en una tradición para miles de clientes que acudían a sus mostradores para disfrutar de un helado en la misma tienda donde recogían sus medicinas.
La popularidad creció en los años 70, cuando celebridades y figuras públicas comenzaron a reconocer la marca, convirtiéndola en una parte esencial de la cultura californiana.
En 1996, Rite Aid adquirió la cadena Thrifty, integrándola en su red de farmacias y manteniendo los mostradores de helados en varias ubicaciones, principalmente en California, Arizona y otros estados del suroeste del país.
La alianza permitió que la marca continuara creciendo, con la venta de sus famosos envases de helado en supermercados y tiendas de conveniencia, además de las farmacias.
El helado Thrifty se caracteriza por su textura cremosa y sus sabores tradicionales, entre los que destacan la vainilla, chocolate, fresa y el clásico sabor a nuez.
La forma cilíndrica de sus cucharas, conocidas como “trigger scoop”, es un símbolo reconocible que permite a los clientes obtener porciones perfectas y uniformes.
En la actualidad, estas cucharas están disponibles para compra en plataformas como Amazon, evidenciando la importancia de la marca en la cultura popular.
Sin embargo, la situación económica y las dificultades financieras de Rite Aid han puesto en riesgo la existencia de Thrifty Ice Cream. Tras presentar quiebra en mayo, la cadena anunció que cerrará más de 300 tiendas en los próximos meses, y que pondrá en venta la mayoría de sus activos, incluyendo la marca de helados.
Blue Bell recupera un sabor de helado muy querido tras cuatro años de ausencia
La marca Blue Bell trae de regreso un sabor clásico que no estaba en tiendas desde 2018, tras ganar en un torneo de sabores retirados gracias al voto de sus seguidores. Además, lanzará otra variedad popular en los próximos días, en respuesta a la pasión de sus clientes por sus productos históricos.La subasta está programada para el 20 de junio, pero aún no se aclara si esto significará la desaparición definitiva de Thrifty o si será adquirida por un nuevo dueño que preserve la tradición.
Para los seguidores de la marca, esto representa una pérdida irreparable. En redes sociales, muchos han expresado su tristeza y han compartido recuerdos de sus momentos favoritos disfrutando de un helado Thrifty. Algunos incluso han mencionado que la experiencia de acudir a los mostradores y escoger su sabor favorito es insustituible, destacando que no es solo el helado, sino toda la experiencia que rodea a la marca.
La historia de Thrifty Ice Cream refleja no solo el desarrollo de una marca de helados, sino también la evolución del consumo y la cultura americana en las últimas décadas.
La marca fue fundada en un momento en que las tiendas de barrio aún eran el epicentro social, y su legado ha sido marcado por décadas de tradición y cercanía con sus clientes.
La posible desaparición de Thrifty Ice Cream marca el fin de una era en la cultura popular californiana, y deja en el aire la incertidumbre sobre su futuro.
Mientras tanto, los fanáticos esperan que alguien adquiera la marca y la preserve, asegurando que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de sus sabores emblemáticos.
La historia de Thrifty es un recordatorio de cómo las marcas pueden convertirse en símbolos de identidad y nostalgia, y cómo su pérdida puede significar mucho más que la simple desaparición de un producto.
Con la venta en marcha y la incertidumbre en el aire, solo queda esperar si Thrifty Ice Cream logrará sobrevivir a este difícil momento o si se convertirá en un recuerdo del pasado.
Lo que está claro es que para muchos, esa marca representa mucho más que un helado: es parte de su historia, sus recuerdos y su cultura.
