Los recientes cambios en políticas comerciales y avances tecnológicos están afectando las oportunidades laborales para los recién graduados, aunque algunos sectores aún mantienen la contratación activa.
En las últimas semanas, miles de estudiantes en todo el país han obtenido sus títulos universitarios, marcando un hito importante en sus vidas. Sin embargo, muchos enfrentan ahora el reto de conseguir su primer empleo en su área de especialización. La incertidumbre económica, impulsada por la volatilidad en las políticas tarifarias y el avance de la inteligencia artificial, ha modificado el panorama laboral para los nuevos graduados.
Históricamente, la economía estadounidense ha mostrado una recuperación sólida tras las crisis, pero en los últimos años, factores como la guerra comercial entre EE.
UU. y China en la década pasada y, más recientemente, las tensiones por las políticas comerciales impulsadas por el gobierno del expresidente Donald Trump, han provocado fluctuaciones en los mercados.
Estas políticas, que en algunos casos implicaron la imposición de aranceles elevados, afectaron las cadenas de suministro globales y llevaron a una mayor incertidumbre para las empresas.
Actualmente, la introducción y expansión de la inteligencia artificial en diferentes sectores están acelerando cambios en el mercado laboral. Programas de automatización y sistemas de aprendizaje automático están reemplazando tareas que antes realizaban empleados humanos, especialmente en áreas relacionadas con la tecnología y los servicios administrativos.
Según datos históricos, la incorporación de estas tecnologías ha reducido la demanda de mano de obra en ciertos perfiles, complicando la inserción laboral de los jóvenes profesionales.
A pesar de estas dificultades, el mercado laboral en Estados Unidos todavía muestra signos de fortaleza. El Departamento de Trabajo reportó en marzo aproximadamente 7.2 millones de vacantes abiertas, cifras similares a las previas a la pandemia. Sin embargo, el análisis de las cifras revela un aumento en las solicitudes de subsidio por desempleo y una mayor dificultad para los trabajadores en reincorporarse a la vida laboral tras perder sus empleos.
Para los recién egresados, esto significa que las oportunidades en los sectores tradicionales, como la tecnología y la ingeniería, se han visto reducidas.
La demanda en áreas como el diseño de sistemas informáticos y la matemática aplicada ha disminuido, en parte debido a la automatización. Sin embargo, sectores como la salud y la atención médica continúan mostrando una fuerte demanda de profesionales, ya que la población envejece y requiere más servicios sanitarios.
Datos históricos muestran que, en promedio, quienes poseen un título universitario ganan aproximadamente 1 millón de dólares más a lo largo de su vida laboral que aquellos con solo educación secundaria.
Además, las carreras relacionadas con la salud, como enfermería y medicina, lideran las listas de empleos con mayor crecimiento desde 2020, incluso en tiempos de crisis.
Para contrarrestar estos obstáculos, expertos recomiendan a los nuevos graduados aprovechar las pasantías y programas de prácticas profesionales, que aún son altamente demandados en sectores como la farmacia y la atención sanitaria.
Las pasantías no solo ofrecen experiencia, sino también una vía para entrar al mercado laboral, especialmente en un entorno donde las oportunidades son más limitadas.
En conclusión, aunque el camino hacia el primer empleo pueda parecer más arduo debido a la influencia de tarifas comerciales y la automatización, la educación sigue siendo una inversión valiosa.
Los datos históricos indican que, a largo plazo, los profesionales con estudios superiores tienen mejores perspectivas de estabilidad económica. Además, sectores como la salud continúan ofreciendo oportunidades sólidas para quienes desean comenzar su carrera profesional en un mercado en constante cambio.
