Durante su discurso ante el Congreso, el expresidente Donald Trump hizo afirmaciones sobre el fraude en el sistema de Seguridad Social, generando controversia y debate.

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El expresidente Donald Trump, en su reciente discurso ante una sesión conjunta del Congreso, volvió a hacer afirmaciones sin pruebas concretas sobre la existencia de un amplio fraude en el sistema de Seguridad Social de Estados Unidos.

Según sus palabras, se han identificado "niveles impactantes de incompetencia y probable fraude" en este sistema, sugiriendo que muchas personas posiblemente fallecidas siguen recibiendo grandes sumas de dinero.

Trump mencionó que el sistema cuenta con registros activos de casi 19 millones de personas nacidas antes de 1921, insinuando que esto evidencia un problema de fraude.

Sin embargo, investigaciones previas han aclarado que este no es el caso. Según una auditoría realizada en 2023, muchos de estos nombres no aparecen como fallecidos porque la Administración del Seguro Social (SSA) no recibió ni registró la información sobre sus decesos, dado que muchos murieron antes de la implementación de los informes electrónicos.

La SSA asume que la mayoría de estas personas han fallecido y, de hecho, "casi ninguno" de ellos está recibiendo pagos actualmente.

La SSA tiene mecanismos de seguridad en su lugar, como la terminación de beneficios para aquellas personas que alcanzan la edad de 115 años, según su sitio web.

Lee Dudek, el Comisionado interino de la Seguridad Social, hizo una declaración el mes pasado en la que aclaraba que las personas en los registros de la SSA sin un estatus de fallecimiento asociado “no necesariamente están recibiendo beneficios”.

Una auditoría del inspector general de 2024 reveló que hubo pagos indebidos de 71.8 mil millones de euros (aproximadamente 71.8 mil millones de dólares) en el sistema de Seguridad Social desde 2015 hasta 2022, la mayoría de los cuales fueron sobrepagos y algunos subpagos. Sin embargo, es importante destacar que estos pagos indebidos representan menos del 1% del total de 8.6 billones de euros (8.6 billones de dólares) en beneficios distribuidos durante ese período.

Este tipo de afirmaciones sobre el fraude en el sistema de Seguridad Social no son nuevas. Desde hace años, se ha debatido sobre la eficiencia y la transparencia de este sistema, que es vital para millones de estadounidenses. Sin embargo, es crucial que cualquier discusión sobre este tema se base en datos y hechos verificables, en lugar de en alegaciones sin fundamento que pueden generar desconcierto y desconfianza entre la población.

La Seguridad Social ha sido un pilar fundamental en la vida de los estadounidenses, proporcionando apoyo financiero a jubilados, personas con discapacidades y sobrevivientes.

La importancia de mantener la integridad y la confianza en este sistema es vital, y las afirmaciones de fraude, si bien pueden atraer atención, deben ser cuidadosamente examinadas para evitar malentendidos.

Con el contexto político actual, donde el debate sobre la gestión de programas sociales es más relevante que nunca, es esencial que las afirmaciones sobre el fraude sean tratadas con el rigor que merecen, basándose en la realidad y los datos concretos disponibles.

Las declaraciones de figuras públicas como Trump pueden tener un impacto significativo en la percepción pública y la política futura, y es responsabilidad de todos buscar la verdad en medio de la controversia.