Un exempleado de la cadena de hamburgueserías In-N-Out ha presentado una demanda alegando despido injusto y discriminatorio debido a su cabello natural. La denuncia resalta las políticas de vestimenta y cuidado personal que, según el trabajador, violan leyes contra la discriminación racial y de estilo de cabello. La demanda busca una compensación económica significativa y llama la atención sobre la necesidad de regulaciones más estrictas en el ámbito laboral para proteger la diversidad cultural y de identidad.

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La denuncia, presentada en los tribunales estadounidenses, señala que la política de apariencia de la empresa, que exige un aspecto uniforme y sin rasgos distintivos, viola derechos fundamentales contra la discriminación.

En cifras, el trabajador solicita una indemnización de aproximadamente 2.000 euros por daños emocionales y perjuicios, además de una compensación salarial de unos 130.000 euros, equivalente a los ingresos que habría obtenido desde su despido en 2024.

El caso de este empleado, identificado como Elijah Obeng, comenzó en junio de 2020, cuando empezó a trabajar en un restaurante de In-N-Out tras graduarse de la escuela secundaria.

Según los documentos judiciales, Obeng cumplía con las políticas de vestimenta y apariencia al usar su cabello en su estado natural, el cual, en ese momento, no presentaba alteraciones.

Sin embargo, a medida que su cabello crecía, la administración le solicitó que lo cortara o lo modificara para ajustarse a los requisitos del uniforme, específicamente para poder usar el gorro reglamentario.

Para cumplir con la normativa, Obeng empezó a llevar su cabello en trenzas, pero la situación se complicó cuando la gerencia le ordenó que también se cortara los lados del cabello, lo que él consideró humillante y discriminatorio.

La controversia escaló cuando, en una reunión, le pidieron que se afeitará los lados, lo que él rechazó, argumentando que esa forma de trato era injusta y basada en prejuicios raciales y culturales.

La ley CROWN, que protege a las personas contra la discriminación por motivos de estilo de cabello y textura, fue creada en California en 2019 y ha sido adoptada en 27 estados de EE.UU. desde entonces. Esta legislación busca garantizar que las políticas laborales no perjudiquen a personas por mantener su apariencia natural, un derecho que, según la denuncia, fue vulnerado en este caso.

El incidente culminó en mayo de 2024, cuando Obeng fue llamado a su última jornada laboral. La administración le solicitó que se afeitará los lados del cabello y regresara, pero él optó por abandonar el lugar y comunicar a su supervisor que volvería para su próximo turno.

Días después, recibió la noticia de su despido, alegando que fue por acumulación de advertencias previas, aunque Obeng sostiene que la verdadera razón fue su raza, color de piel y estilo de cabello.

Este caso ha puesto en evidencia las desigualdades que aún persisten en el mundo laboral, especialmente en sectores como la alimentación y la atención al cliente, donde las políticas de apariencia pueden ser arbitrarias y discriminatorias.

La denuncia de Obeng ha generado un debate en las redes sociales y en círculos legislativos sobre la necesidad de reforzar leyes como la CROWN para proteger la diversidad y promover un entorno de trabajo más inclusivo.

Es importante recordar que la lucha por la igualdad en #derechos laborales y civiles ha sido larga y compleja

A nivel histórico, es importante recordar que la lucha por la igualdad en derechos laborales y civiles ha sido larga y compleja. Desde los movimientos por los derechos civiles en los años 60 en EE.UU., hasta las recientes leyes que protegen la expresión cultural y racial, la sociedad ha avanzado en reconocer y respetar la identidad de cada individuo.