Las principales empresas del sector automotriz se movilizan para asistir a las comunidades afectadas por las recientes inundaciones en Texas, destinando millones de euros y ofreciendo alivio en pagos y recursos para la recuperación.

Supuestamente, estas lluvias intensas y repentinas afectaron principalmente a Kerrville y otras zonas centrales del estado, causando daños considerables en infraestructura, viviendas y en la vida diaria de miles de residentes.

La tragedia ha impulsado a varias de las principales compañías del sector automotriz en Estados Unidos a unirse en una respuesta solidaria que busca aliviar el impacto y acelerar los esfuerzos de recuperación.

Ford Motor Company, una de las marcas más emblemáticas del país y con una fuerte presencia en Texas, anunció una donación de aproximadamente 1,1 millones de euros (equivalente a 1,25 millones de dólares) a organizaciones locales dedicadas a la ayuda en emergencias.

Presuntamente, esta contribución será dirigida a la Fundación Comunitaria de la Región de #Texas Hill Country y otros grupos aliados, con el objetivo de proporcionar recursos esenciales, como comida, refugio y apoyo psicológico a las familias afectadas.

Supuestamente, Ford también ha puesto en marcha un programa de alivio en pagos para sus clientes en las áreas afectadas, ofreciendo extensiones de hasta 60 días en los pagos de financiamiento y facilitando la devolución de vehículos mediante préstamos temporales.

Además, la compañía ha movilizado a su personal y a sus concesionarios para colaborar en tareas de rescate, reubicación y distribución de ayuda humanitaria.

En colaboración con organizaciones como Team Rubicon, que presuntamente cuenta con la participación de veteranos en tareas de ayuda en desastres, Ford ha desplegado equipos especializados en Texas para apoyar la recuperación.

Ha colaborado con la Fundación Comunitaria del Texas Hill Country

Por su parte, Toyota Motor North America y sus filiales también han aportado más de 530.000 euros (unos 600.000 dólares) en donaciones y recursos. La compañía, presuntamente, ha colaborado con la Fundación Comunitaria del Texas Hill Country, específicamente en el fondo de ayuda a las comunidades afectadas en Kerr County.

Además, Toyota Financial Services ha puesto en marcha programas de alivio en pagos para clientes con vehículos dañados por las inundaciones, permitiendo aplazamientos y extensiones en los pagos.

Supuestamente, General Motors (GM) ha contribuido con la donación de vehículos todoterreno y camionetas de tamaño mediano para facilitar las labores de rescate y traslado en las zonas más afectadas.

La empresa también ha activado su modo de crisis en la plataforma OnStar, ofreciendo asistencia gratuita a quienes necesitan ayuda inmediata, una medida que presuntamente ha sido vital para salvar vidas y brindar apoyo en estas circunstancias extremas.

El impacto de estas inundaciones, que según informes oficiales han causado al menos 119 muertes y han dejado a más de 173 personas desaparecidas, ha movilizado no solo a las autoridades, sino también a la iniciativa privada.

La solidaridad del sector automotriz busca no solo proporcionar recursos inmediatos, sino también sentar las bases para una recuperación a largo plazo.

La participación de estas grandes empresas refleja un compromiso que supuestamente trasciende la simple filantropía, convirtiéndose en un ejemplo de responsabilidad social en momentos de crisis.

A medida que Texas continúa enfrentando las consecuencias de las inundaciones, la colaboración entre el sector público y privado se vuelve fundamental para superar la emergencia.