Un conflicto legal entre un franquiciado y la corporación Dairy Queen ha llevado al cierre de 25 restaurantes en Texas, dejando a los clientes desconcertados.
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La reciente clausura de 25 restaurantes de Dairy Queen en Texas ha desatado numerosas preguntas entre los clientes y la comunidad. La representante de Dairy Queen, Amie Hoffner, confirmó que todas las ubicaciones cerradas eran propiedad de un único franquiciado, que todavía opera otras franquicias de la marca en el estado.
Sin embargo, Hoffner se abstuvo de comentar sobre los detalles del conflicto contractual que llevó a esta drástica decisión.
El cierre se produce en el contexto de una demanda presentada por el franquiciado Project Lonestar contra la Corporación Americana Dairy Queen (ADQC), alegando incumplimiento de contrato.
Según documentos judiciales, la demanda fue interpuesta el 6 de febrero en el Distrito Judicial 160 de Dallas. En ella, Project Lonestar solicitó una orden de restricción temporal para que ADQC no terminara los contratos de franquicia de las 25 ubicaciones y para que se reanudaran las entregas a las otras franquicias.
En septiembre de 2024, ADQC notificó a Lonestar que planeaba terminar sus contratos de franquicia, citando la falta de remodelaciones en los restaurantes.
Sin embargo, se llegó a un acuerdo donde Lonestar tendría 30 días para encontrar un comprador para las franquicias, y ADQC tendría otros 30 días para aprobar dicho comprador.
Si no se lograba un acuerdo, Lonestar tendría un plazo adicional de 30 días para buscar a otro interesado.
La situación se complicó cuando, en noviembre, ADQC exigió que Lonestar pagara ciertas tarifas de transferencia antes de considerar la solicitud del comprador.
Esto no estaba estipulado en el acuerdo original, lo que llevó a que el potencial comprador redujera su oferta en varios millones de dólares. A pesar de que Lonestar finalmente logró ponerse al día con los pagos de regalías, ADQC continuó obstaculizando el proceso de transferencia.
El 30 de enero de 2025, ADQC notificó a Lonestar que había terminado los contratos de franquicia de 25 de sus ubicaciones y que las entregas de productos Dairy Queen debían detenerse de inmediato.
Esto planteó un serio problema, ya que los restaurantes se quedarían sin suministros en cuestión de días. Lonestar argumentó que había sufrido daños económicos directos y no económicos por un total de al menos 4 millones de euros debido al incumplimiento de ADQC.
La demanda fue trasladada al Tribunal del Distrito Norte de Texas el 11 de febrero, y las 25 ubicaciones fueron cerradas en la misma semana. Entre los restaurantes afectados se encuentran varias ubicaciones en ciudades como Canadian, Fritch, Panhandle y Hereford, entre otras. A pesar del cierre, se han listado algunas de estas ubicaciones para subasta, lo que indica una liquidación de los activos de los restaurantes.
Este caso pone de manifiesto las tensiones que pueden surgir entre las corporaciones y sus franquiciados, un tema que ha sido objeto de debate durante años en el sector de la restauración.
Las franquicias, aunque ofrecen la ventaja de un modelo de negocio establecido, pueden enfrentarse a desafíos significativos cuando las expectativas de la corporación no se alinean con las capacidades de los franquiciados.
Con una fecha de corte para la revisión del caso programada para el 24 de marzo de 2025, queda por ver cómo se desarrollará esta situación y si se alcanzará algún tipo de acuerdo que beneficie a las partes involucradas.
La clausura de estos restaurantes no solo afecta a los empleados, sino también a una base de clientes leales que ahora se queda sin su lugar habitual para disfrutar de sus productos favoritos.