Analizamos los efectos del boicot de consumidores contra empresas que se han alejado de sus iniciativas de diversidad, equidad e inclusión, así como los resultados del blackout económico del 28 de febrero.

Recientemente, se han organizado varias iniciativas de boicot por parte de consumidores en respuesta a la decisión de algunas empresas de retroceder en sus programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
Esto ha llevado a una serie de acciones programadas, incluyendo un blackout económico el 28 de febrero, donde los participantes fueron instados a no gastar dinero en ningún lugar durante un día.
Esta protesta tenía como objetivo visibilizar el descontento hacia estas políticas empresariales.
Durante esta jornada de protesta, los consumidores fueron alentados a preferir negocios locales si debían realizar alguna compra. Sin embargo, es complicado evaluar el impacto económico de un solo día de boicot. Varias firmas de análisis comenzaron a recoger datos sobre cómo este blackout había afectado las ventas y el tráfico de clientes en tiendas físicas y plataformas de comercio electrónico.
Un análisis realizado por Momentum Commerce mostró que las ventas de Amazon, uno de los gigantes del comercio electrónico, no se vieron afectadas de manera significativa.
De hecho, las ventas en Estados Unidos durante ese día fueron un 1% más altas que el promedio de las ocho semanas anteriores. John T. Shea, CEO de Momentum Commerce, comentó que la capacidad de Amazon para resistir cambios a corto plazo es impresionante, dado que la compañía genera más de 1.000 millones de euros en ventas diariamente.
A pesar de esta aparente resiliencia, otros análisis por parte de Similarweb indicaron que el tráfico de e-commerce en las principales plataformas, incluyendo Walmart y Target, había disminuido.
El tráfico en el sitio web de Target bajó un 1% y en el de Walmart un 6,5% en comparación con el viernes anterior. Aunque algunos datos sugieren que el impacto del día de boicot fue leve, también reflejan una tendencia de disminución en el tráfico de consumidores en diversos minoristas.
En el ámbito de las tiendas físicas, Placer.ai, que utiliza tecnologías avanzadas para estimar el tráfico en las tiendas, reportó que Target experimentó una caída en las visitas del 9,5% en comparación con el mismo día del año anterior.
Walmart y Starbucks también vieron descensos en el tráfico de clientes. Estos datos son relevantes, considerando que muchos minoristas ya estaban enfrentando desafíos debido a la incertidumbre económica, cambios en la confianza del consumidor y la inflación.
La respuesta a estas acciones de boicot parece estar en aumento. Grupos de activistas han convocado a diferentes protestas y boicots, incluyendo un ayuno de 40 días contra Target que comenzará el 5 de marzo. Además, la comunidad latina ha promovido un movimiento llamado #LatinoFreeze, instando a los consumidores a ser conscientes de sus gastos y a apoyar negocios que defiendan iniciativas de DEI.
Como parte de la estrategia de respuesta, el Rev. Al Sharpton y la Red de Acción Nacional han realizado 'buy-cotts' para alentar a los consumidores a gastar en Costco, que ha mantenido sus compromisos de DEI.
Esto demuestra que, aunque los boicots pueden generar algún impacto, las respuestas de las empresas y la voluntad de los consumidores por actuar en consecuencia también juegan un papel crucial.
El caso de estas iniciativas revela un panorama complejo donde los consumidores están cada vez más conscientes del poder que tienen en la economía.
La eficacia de los boicots dependerá de la articulación de demandas claras y del compromiso colectivo de los consumidores. Sin embargo, es evidente que el descontento hacia las políticas de DEI en algunas empresas ha llevado a acciones concretas que buscan generar un cambio tangible en la forma en que estas empresas operan.