Durante las protestas en Los Ángeles, varias unidades de Waymo, el servicio de taxis autónomos, fueron incendiadas, generando una situación de peligro y controversia. Aquí te contamos los detalles sobre lo ocurrido y la vulnerabilidad de estos vehículos eléctricos a los incendios.

Estas protestas, motivadas por temas relacionados con políticas migratorias y la presencia policial, lograron captar la atención tanto a nivel local como nacional, en medio de un debate sobre la seguridad y el impacto social de los vehículos autónomos.

Waymo, una subsidiaria de Alphabet (la matriz de Google), ha sido pionera en el desarrollo de tecnología de vehículos sin conductor, empleando una combinación de cámaras, radares, lidar y sistemas informáticos avanzados para ofrecer servicios de transporte en varias ciudades de Estados Unidos.

La compañía inició sus operaciones en Phoenix, Arizona, y posteriormente expandió su servicio a San Francisco, Los Ángeles, Austin, y próximamente en Atlanta y Miami.

Los vehículos de #Waymo son coches equipados con tecnología autónoma que permite a los pasajeros solicitar viajes sin necesidad de conductor humano.

El incidente en #Los Ángeles ocurrió cuando, según informes, varias unidades del modelo Jaguar I-Pace de Waymo fueron apedreadas y quemadas durante las protestas.

Se estima que al menos cinco vehículos fueron destruidos, lo que representa un costo total que podría superar los 250.000 euros, considerando que cada unidad de Jaguar I-Pace tiene un precio de inicio cercano a los 60.000 euros en Europa, y que el costo de la tecnología autónoma puede incrementar ese valor en aproximadamente 80.000 euros adicionales por vehículo.

Lo que hizo aún más peligroso este acto fue la naturaleza de los vehículos eléctricos. Los coches de Waymo utilizan baterías de iones de litio, que en un incendio pueden liberar gases tóxicos y producir llamas de alta temperatura. La combustión de estas baterías, además de ser más difícil de apagar que los fuegos de motores de combustión interna, puede liberar compuestos peligrosos como el fluoruro de hidrógeno, un químico corrosivo que, en altas concentraciones, puede ser mortal en cuestión de minutos.

La exposición a estos gases representa un riesgo grave para los bomberos, los primeros respondedores y los transeúntes.

Sino también un peligro para la salud pública y la seguridad de quienes intentan apagar los incendios

Expertos en seguridad advierten que la quema de vehículos eléctricos en protestas no solo genera daños económicos considerables, sino también un peligro para la salud pública y la seguridad de quienes intentan apagar los incendios.

La presencia de químicas peligrosas en los vehículos en llamas puede causar quemaduras químicas severas en los cuerpos y afectar la calidad del aire en las zonas cercanas.

Los costos asociados a estos incidentes son elevados. Además del daño material, las unidades de Waymo involucradas en las protestas representan una pérdida significativa para la compañía, que invierte en tecnología de vanguardia.

Se estima que el coste total, incluyendo la tecnología y los daños, podría superar los 300.000 euros. La compañía ha confirmado que, en respuesta a los hechos, suspendió temporalmente sus servicios en el centro de Los Ángeles, adoptando medidas adicionales para garantizar la seguridad de sus vehículos y pasajeros.

Este incidente ha abierto un debate a nivel global sobre la vulnerabilidad de los vehículos autónomos ante actos de vandalismo y la necesidad de fortalecer las medidas de protección, especialmente en contextos de protestas sociales.

Además, ha puesto sobre la mesa los riesgos asociados con la movilidad eléctrica en escenarios de violencia urbana, donde la combustión puede liberar sustancias peligrosas.

En conclusión, las protestas en Los Ángeles del mes pasado no solo dejaron un saldo de daños económicos y materiales, sino que también evidenciaron las vulnerabilidades de los vehículos autónomos en situaciones de conflicto.