Aprende qué ocurre cuando se pone diésel en un coche de gasolina y descubre cómo evitar daños costosos en tu vehículo. Conoce las diferencias entre ambos combustibles y los pasos para corregir este error común que puede saldarse con reparaciones de miles de euros en Europa.

Imagen relacionada de que pasa si colocas diesel en un coche de gasolina y como solucionarlo

Supuestamente, esta confusión puede parecer inofensiva, pero en realidad, puede generar daños considerables en el vehículo y costosas reparaciones, que en algunos casos superan los 3.000 euros (aproximadamente 2.700 euros).

Desde hace décadas, las estaciones de servicio en Europa han tenido una variedad de surtidores diferenciados por color y señalización para evitar estos errores.

La diferencia radica en la composición química de ambos #combustibles y en la forma en que se queman en los motores

Sin embargo, aún ocurren incidentes, y es importante que los conductores conozcan qué sucede cuando se introduce diésel en un coche de gasolina. La diferencia radica en la composición química de ambos combustibles y en la forma en que se queman en los motores.

El diésel, que presuntamente suele tener un color distinto —como amarillo o verde en muchas estaciones—, es más viscoso y más pesado que la gasolina.

Está diseñado para motores de ignición por compresión, en los que la presión y la temperatura en la cámara de combustión encienden el diésel sin necesidad de una chispa.

En cambio, los motores de gasolina, que contienen aditivos para evitar depósitos, funcionan mediante una chispa provocada por las bujías.

Cuando alguien accidentalmente introduce diésel en un coche de gasolina, el problema principal es que el diésel puede obstruir y dañar el sistema de inyección, incluyendo la bomba y los inyectores.

Además, el diésel no puede encenderse en el motor de gasolina, por lo que el vehículo empezará a fallar, con temblores, humo en el escape y pérdida de potencia.

Presuntamente, en muchos casos, el motor se detiene y no vuelve a arrancar.

La gravedad de este error puede variar dependiendo de cuánto diésel se haya colocado en el sistema. En algunos casos, si el diésel no ha llegado a mezclarse completamente con la gasolina, puede ser posible drenar el combustible y limpiar los componentes afectados.

Sin embargo, si el diésel se ha acumulado en el sistema, la reparación puede incluir el reemplazo de la bomba de combustible, los inyectores y el filtro, lo que puede costar entre 1.500 y 3.000 euros (aproximadamente 1.350 a 2.700 euros).

Supuestamente, en Europa, la mayoría de los vehículos de gasolina tienen un sistema de inyección que es más resistente, pero no invulnerable, a estos errores.

La mejor manera de evitar este problema es identificar claramente los surtidores y preguntar al personal si hay dudas. Los surtidores de diésel suelen estar señalizados por color, pero también puede haber etiquetas que indican claramente el tipo de combustible.

En caso de haber cometido este error, los mecánicos recomiendan no intentar arrancar el coche y llamar a un servicio de grúa. La intervención profesional consiste en drenar el sistema y realizar una limpieza exhaustiva, proceso que puede ser costoso pero necesario para evitar daños mayores en el motor.

Es importante destacar que, en algunos países, las estaciones de servicio están obligadas a señalizar claramente los surtidores, y en muchos casos, la confusión es menor.

Sin embargo, los conductores deben estar siempre atentos y asegurarse de que están utilizando el surtidor correcto. La prevención es la mejor estrategia para evitar reparaciones costosas y daños irreparables en el motor.

En resumen, poner diésel en un coche de gasolina puede parecer un error menor, pero puede tener consecuencias muy serias y costosas, que en Europa pueden variar desde unos pocos cientos hasta varios miles de euros.