Los aranceles impuestos por Trump están transformando el panorama de la compra de coches. Descubre cómo afectarán a los compradores en 2025.

La política de aranceles del presidente Donald Trump ha generado un gran revuelo en la industria automotriz, especialmente tras lo que se ha denominado 'Día de la Liberación'.
A partir del 2 de abril de 2025, entrará en vigor un arancel del 25% sobre las importaciones de automóviles a Estados Unidos, lo que podría afectar anualmente un valor de aproximadamente 460 mil millones de euros en vehículos y piezas.
Según el presidente, esta medida tiene como objetivo crear empleos y estimular la economía, pero los efectos adversos son palpables.
La administración de Trump ha implementado una serie de aranceles que están causando estragos en el sector automotriz. Los fabricantes de automóviles están modificando sus estrategias de producción y distribución para adaptarse a estos nuevos costos. La combinación de aumentos de precios y retrasos en el suministro está creando un escenario complicado para los compradores de coches que buscan buenas ofertas en primavera y verano.
Los líderes de la industria han manifestado su preocupación. Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase, ha calificado las políticas arancelarias de Trump como "desastrosas", mientras que Elon Musk, asesor senior del presidente, ha expresado opiniones sobre el libre comercio que divergen de la dirección actual de la administración.
¿Qué implican estos aranceles masivos para quienes desean comprar un coche nuevo en 2025? La situación en el mercado es tensa, y muchos consumidores se sienten atrapados tras la implementación de estos aranceles.
Desde la Ley de Aranceles Smoot-Hawley de 1930, no se había visto un aumento de aranceles tan significativo. Esta ley fue un catalizador para una guerra comercial global, y hoy en día, los economistas temen que las políticas de la administración actual puedan tener efectos similares.
La compra de un coche nuevo es un proceso que ya de por sí es complejo, pero los trimestres segundo y tercero de 2025 presentan desafíos específicos que muchos concesionarios y compradores aún no han enfrentado.
La demanda de ciertos modelos ha disminuido drásticamente; por ejemplo, la revista automotriz Carscoops reportó que miles de Dodge Chargers y Challengers han estado en inventario por períodos récord.
La falta de demanda es un problema para los concesionarios, pero los aranceles también pueden causar problemas de suministro para los compradores, creando un escenario de pesadilla.
Varias grandes marcas como Audi y Volkswagen han pausado sus envíos a Estados Unidos para evitar pagar aranceles exorbitantes. Los aranceles anunciados incluyen un 20% para las importaciones de la Unión Europea, un 26% para las de India y un asombroso 34% para las de China.
Esto significa que miles de vehículos están acumulándose en los concesionarios, mientras que los modelos populares que realmente tienen alta demanda podrían enfrentar serios retrasos en el envío y aumentos de precios.
Normalmente, los concesionarios ofrecen incentivos durante la segunda mitad del año, anticipando la llegada de las declaraciones de impuestos de los estadounidenses, pero este año la situación es diferente.
Los concesionarios buscan deshacerse de su inventario, mientras que los compradores buscan ofertas atractivas, lo que da como resultado un tira y afloja.
La realidad es que no es un buen momento para comprar un coche nuevo, ya que todos los indicios apuntan a un aumento de precios en general para sobrevivir al impacto de los aranceles.
Además, se espera que se anuncien nuevos aranceles sobre las piezas de automóviles para el 3 de mayo, lo que probablemente causará más aumentos de precios, ya que la fabricación de vehículos se volverá más costosa.
En cuanto a los modelos usados, aunque los aranceles no se aplican directamente a ellos, la demanda aumentada por la escasez de modelos nuevos importados resultará en precios más altos para los coches de segunda mano.
Dado que muchos fabricantes seguirán el ejemplo de Audi y Volkswagen, los retrasos en la importación de coches nuevos harán que los vehículos usados se vuelvan más atractivos, lo que a su vez llevará a un aumento de precios en ese segmento del mercado.
Si estás pensando en comprar un coche en esta primavera o verano, tendrás que lidiar con una escasez de buenas ofertas debido a la turbulencia causada por los aranceles.
Idealmente, los fabricantes de automóviles encontrarán su camino y adaptarán sus estrategias de producción, pero como se dice, Roma no se construyó en un día, y se necesitará más que aranceles elevados para restaurar la gloria manufacturera de Estados Unidos.