La violencia entre hinchas del fútbol en Brasil causó una tragedia en la que un joven de 30 años perdió la vida y 12 resultaron heridos tras un ataque de la barra de Palmeiras a aficionados del Cruzeiro.

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La sombría realidad de la violencia en el fútbol brasileño vuelve a hacerse presente con un trágico incidente ocurrido el pasado domingo en San Pablo.

A primera hora de la mañana, se reportó un incendio en un autobús que, por desgracia, transportaba a aficionados del Cruzeiro hacia Belo Horizonte. Este vehículo fue víctima de un ataque por parte de la barra de Palmeiras, conocida como la Mancha Verde, lo que resultó en la muerte de un joven de 30 años, identificado como José Victor Miranda, quien pereció carbonizado, además de dejar a 12 heridos, algunos de ellos con lesiones de gravedad.

El ataque se produjo en torno a las 5:30 de la mañana en Mairiporã, cuando dos autobuses que transportaban a miembros de la Mafia Azul, la hinchada del Cruzeiro, fueron interceptados y atacados.

Los hinchas de Palmeiras, estimados en unos 150, lanzaron piedras para obligar a los vehículos a detener su marcha, logrando que solo uno de ellos pudiera continuar su camino, ya que el segundo fue sometido a la emboscada por los agresores.

Los violentos incidentes fueron grabados por los propios atacantes, mostrando un panorama desolador de aficionados que, sin poder escapar, fueron atacados con objetos contundentes, dejándolos ensangrentados y aturdidos.

En medio de este caos, el ómnibus terminó consumido por las llamas, símbolo del horror que se vivió ese día.

Los heridos fueron trasladados al hospital Anjo Gabriel de Mariporã, sin que hasta el momento se haya dado a conocer su estado de salud. La protesta y el descontento entre hinchas rivales no son fenómenos nuevos en Brasil. De hecho, se conoce que la rivalidad entre la Mafia Azul del Cruzeiro y la Mancha Verde tiene raíces profundas, siendo este ataque una represalia a un enfrentamiento que ocurrió en septiembre de 2022, también en Fernando Dias, donde varios hinchas de Palmeiras sufrieron heridas.


Es alarmante que estos episodios de violencia continúen sucediendo en el contexto del fútbol, donde el espíritu de competencia debería ser celebrado y no convertido en un campo de batalla.

El director de la Policía Federal de Carreteras (PRF) ha expresado su preocupación por este tipo de incidentes, que no solo ponen en riesgo la vida de las personas, sino que también afectan la imagen del deporte en el país.

El trágico desenlace de este ataque revela la necesidad urgente de abordar el problema de la violencia de las barras bravas en Brasil. A medida que la situación se agrava, las autoridades deben considerar implementar medidas más estrictas para garantizar la seguridad de todos los aficionados y así evitar que se repitan tragedias como la de José Victor Miranda.

Las comunidades, los clubes de fútbol y los organismos de control deben unir esfuerzos para erradicar estas conductas violentas y fomentar un ambiente más seguro y saludable en el fútbol brasileño, donde la pasión se manifieste de formas positivas y no a través de la violencia.