Los dos clubes ingleses se enfrentan en una final histórica de la UEFA Europa League en Bilbao, en un encuentro crucial para sus temporadas y futuras competencias europeas.

El próximo jueves, la ciudad de Bilbao será escenario de una final inédita de la UEFA Europa League, donde dos equipos de Inglaterra, Manchester United y Tottenham Hotspur, lucharán por coronarse campeones en un partido que promete ser histórico.
Este encuentro no solo representa una oportunidad de gloria, sino también un posible salvavidas para ambos clubes, que atraviesan temporadas complicadas en sus ligas nacionales, ubicados en las posiciones 16 y 17 respectivamente, en una liga inglesa dominada por la competitividad y los grandes favoritos.
La última vez que Manchester United alcanzó una final de la Europa League fue en 2021, cuando cayeron en una tanda de penales frente a Villarreal tras un empate 1-1 en el tiempo reglamentario.
Por su parte, Tottenham Hotspur había llegado a la final de la UEFA Champions League en 2019, perdiendo 0-2 ante Liverpool, en una de las campañas más memorables en la historia reciente del club londinense.
La final de Bilbao será una oportunidad única para que ambos equipos de Inglaterra puedan sumar un título europeo y, además, asegurar un cupo en la próxima edición de la UEFA Champions League, lo que sería un alivio para sus seguidores y un impulso para sus proyectos deportivos.
Los entrenadores de ambos clubes llegan con historias y expectativas diferentes. El portugués Ruben Amorim, quien asumió el mando del Tottenham en diciembre pasado, ha logrado establecer una identidad de juego que ha generado esperanza entre la afición, a pesar de las dificultades en la Premier League.
Su evaluación honesta de las performances ha llevado a muchos a creer que puede ser el técnico que saque a los Spurs de su mala racha y les dé un título europeo tras años de intentos fallidos.
En contraste, el entrenador australiano Ange Postecoglou, quien llegó a Tottenham con la promesa de cambiar la historia del club, podría estar en su último capítulo en Londres si no logra ganar la final.
Aunque su filosofía de jugar siempre para ganar en su segundo año en cada club lo ha mantenido en la mira, la presión de los resultados y la desilusión de la afición podrían poner fin a su ciclo en Tottenham si no conquista el trofeo.
En cuanto a las alineaciones, las lesiones han condicionado las decisiones de ambos técnicos. La banda izquierda de Spurs presenta dudas, ya que el capitán Son Heung-min, que se recupera de una lesión en el pie, todavía no está en plena forma, lo que deja en duda si jugará con Richarlison o Mathys Tel, quien ha sido titular en las semifinales.
Además, Dejan Kulusevski y Pape Sarr están en duda por lesiones musculares, mientras que Yoro y de Ligt podrían estar disponibles tras superar pequeños inconvenientes físicos.
Manchester United, por su parte, tiene en su frente a jugadores clave como Mason Mount y Amad Diallo, quienes destacaron en la segunda parte del duelo contra Athletic Club.
La decisión del técnico en la delantera será determinante, ya que la competencia por los lugares en la ofensiva está muy reñida. La expectativa es que el equipo inglés salga a buscar el título con toda su fuerza, buscando redimir una temporada difícil y asegurar su participación en la máxima competencia europea del próximo año.
El encuentro está programado para el jueves 22 de mayo a las 00:00 hora local en Bilbao, en el Estadio San Mames, un escenario emblemático del fútbol vasco que será testigo de un capítulo decisivo en la historia de ambos clubes.
La transmisión del partido será en la red Sony Sports y también podrá seguirse en línea a través de Sony Liv, permitiendo que millones de aficionados en todo el mundo disfruten de esta final que promete ser memorable y que podría marcar un antes y un después para Manchester United y Tottenham Hotspur en sus respectivas historias.