Ricardo 'Caito' Risatti, bisnieto del primer campeón del Turismo Carretera, compite por el título en la Copa de Oro, llevando consigo un legado familiar de más de 80 años en el automovilismo.

En 1938, Ricardo Leopoldo Risatti marcó un hito en el automovilismo argentino al conquistar el Gran Premio Argentino, convirtiéndose en el primer campeón de la categoría Turismo Carretera (TC). Ocho décadas más tarde, su bisnieto, Ricardo 'Caito' Risatti, se encuentra entre los 12 pilotos que luchan por el título en la Copa de Oro, cuya segunda final se llevará a cabo este domingo en Paraná. "Toda mi familia ha estado involucrada en el TC: mi bisabuelo fue el primer campeón en 1938, mi abuelo también corrió, así como mi tío.

Para mí, ahora que tengo la posibilidad de pelear por un campeonato en esta categoría con tan rica historia familiar, es muy significativo, y espero representar a mi familia de la mejor manera posible", declaró el cordobés.

A sus 37 años, Caito es el descendiente de una larga tradición automovilística.

Su bisabuelo Ricardo I fue una leyenda en los años 30, su abuelo Jesús Ricardo 'Kelo' Risatti se destacó en la década del 50, su tío Gerardo fue piloto en los años 80, y su padre, Ricardo II, se inclinó hacia los monopostos.

Caito se educó en un ambiente rodeado de coches que a menudo visita en el Rincón Risatti, un museo inaugurado el 25 de noviembre de 2000 en Laboulaye, Córdoba.

Este museo alberga no solo la icónica coupé Ford V8 que llevó a su bisabuelo a la victoria en el Gran Premio de 1938, sino también los vehículos de competición de su abuelo y su tío, así como el kart que utilizó para dar sus primeros pasos en el automovilismo.

Entre las exhibiciones, destaca la famosa fotografía conocida como el 'Vuelo Risatti', captada por el fotógrafo Pablo Boschetti el 12 de agosto de 1950, que ilustra a su bisabuelo saltando en su coche durante la Vuelta de Chaco, un instante que ha perdurado a lo largo del tiempo y que Caito lleva tatuado en la espalda.

Aquel día, mientras competía a 150 km/h, la coupé se descontroló y despegó del suelo, creando una imagen emblemática que se volvió un símbolo del Turismo Carretera de esa época.

Esa misma carrera fue la última victoria de su bisabuelo, quien, lamentablemente, falleció en un accidente en 1951, dentro del contexto de un automovilismo de escasas medidas de seguridad.

Después de probar suerte en Europa, donde se coronó campeón de la Fórmula 3 Española en 2006, Caito Risatti regresó al TC en 2009 con Dodge y desde entonces ha tenido una carrera intermitente, participando hasta 2014 con Torino.

En 2022, regresó a la competencia con un nuevo enfoque: utilizar un auto de nueva generación, concretamente un Camaro, desde el inicio de la temporada, lo que le permitió clasificar a la competitiva Copa de Oro.

"Estamos muy orgullosos, tanto mi equipo como mis patrocinadores, por haber logrado clasificar.

Sabíamos que no sería fácil debido a la competencia feroz en el Turismo Carretera", agregó.

Actualmente, se encuentra en décima posición en la etapa regular, con 204 puntos, y necesita una victoria para aspirar al campeonato, enfrentándose a tres oportunidades: San Nicolás el 20 de octubre, Toay el 10 de noviembre y finalmente La Plata el 1 de diciembre.

Con una rica historia familiar de competiciones y logros, Caito Risatti representa el legado de los Risatti en el automovilismo argentino y busca llevar su nombre hacia nuevas conquistas.