La definición del Turismo Carretera generó polémica debido a un incidente con un piloto, mientras el clima adverso complicó la jornada.

Este domingo se llevó a cabo la quinta edición de la definición del Turismo Carretera en el Autódromo Roberto Mouras de La Plata, un evento que se ha vuelto tradicional en el calendario automovilístico argentino.

Desde la última carrera del 2017, donde Agustín Canapino se coronó campeón, poco ha cambiado en este circuito, que es famoso por sus constantes desafíos, como la incomodidad de recibir un servicio de celular intermitente, la presencia de baches notorios y un asfalto que se convierte en barro en caso de lluvias intensas.

Esta última situación obligó a retrasar el Gran Premio Coronación, un evento esperado por miles de aficionados.

El clima se convirtió en un factor crucial, ya que las lluvias torrenciales llevaron a la organización a postergar el inicio de las competencias.

Sin embargo, la carrera finalmente se llevó a cabo, y el ambiente se tornó aún más tenso por un incidente inusual.

Durante la vuelta de presentación, algunos hinchas de Chevrolet, ubicados en la recta principal, arrojaron papeles al Ford Mustang de Mariano Werner, quien era el líder de la Copa de Oro.

Tras esta agresión, Werner, que terminó en la posición 22, descubrió que los papeles habían obstruido el ducto de aire del vehículo, lo que afectó su rendimiento en la carrera.

La sorpresa y la indignación invadieron a los participantes, pues ni siquiera el ganador, Julián Santero, ni sus compañeros de podio estaban al tanto del incidente que había perjudicado a su rival.

Santero, al enterarse de lo sucedido, expresó su decepción y consideración hacia Werner, lamentando que el campeonato no se hubiera decidido en la pista de manera justa.

'Es completamente injusto lo que pasó con él y su grupo', declaró el nuevo campeón en la conferencia de prensa, cuestionando la seguridad en el automovilismo y sugiriendo que el público debe tener más consideración por los pilotos y su trabajo.

El tercer lugar de la carrera, Mauricio Lambiris, también se pronunció al respecto, enfatizando que la seguridad debe ser prioridad y sugiriendo que se refuercen las medidas para prevenir que los aficionados puedan interferir en las competencias.

Lambiris afirmó que el incidente no puede ser considerado como parte del folclore deportivo y pidió que se tomen acciones enérgicas contra quienes causen estos problemas.

A pesar de las controversias, la jornada no estuvo exenta de dificultades organizativas, ya que también se reportaron problemas de acceso al autódromo.

Un camión volcado bloqueó una de las salidas principal horas después de la carrera, lo que provocó que muchos espectadores tuvieran que buscar rutas alternativas para salir del circuito.

Antes de la carrera, el pronóstico de lluvias acentuó las complicaciones, creando lagunas frente a los boxes que hicieron las condiciones mucho más difíciles para los miles de aficionados que asistieron al evento.

Este episodio ha dejado un sabor amargo, y muchos aficionados se preguntan ¿qué medidas se tomarán para evitar que este tipo de situaciones se repitan? El Turismo Carretera, siendo una de las categorías más convocantes del país, debe encontrar un camino seguro y emocionante para sus competiciones, donde el respeto por los competidores y la integridad del espectáculo mantengan la pasión por este deporte.