El tenista alemán Alexander Zverev tuvo un trago amargo tras perder la final del Abierto de Australia 2025, con protestas en su contra durante la premiación.

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El tenista alemán Alexander Zverev no olvidará fácilmente su experiencia en el Abierto de Australia 2025, donde, a pesar de haber tenido una destacada actuación que lo llevó hasta la final, terminó sufriendo una derrota en sets corridos ante el italiano Jannik Sinner.

Esta derrota lo coloca en un grupo poco envidiable, ya que se convierte en el sexto jugador en la historia del tenis masculino que pierde sus primeras tres finales de Grand Slam.

Entre los nombres que lo preceden se encuentran grandes figuras como Andre Agassi, Goran Ivanisevic, Andy Murray, Dominic Thiem y Casper Ruud.

Sin embargo, lo más impactante de la jornada no fue solo el resultado en la cancha, sino lo que ocurrió durante la ceremonia de premiación. Mientras Zverev se preparaba para hablar, una mujer desde el público interrumpió la ceremonia con gritos que hacían alusión a las denuncias de violencia de género que han hecho contra él dos exparejas.

La mujer gritó reiteradamente "¡Australia cree en Olya y Brenda!", refiriéndose a Olya Sharypova y Brenda Patea, quienes han acusado al tenista de malos tratos en el pasado.

Sharypova, quien también es tenista, expuso sus vivencias en 2020, relatando un episodio en el que Zverev la agredió físicamente. Aunque ella nunca llevó el asunto ante la justicia, su testimonio se sumó a una investigación por parte de la ATP que concluyó sin sanciones para el jugador, debido a la falta de pruebas concretas.

Por otro lado, Patea sí optó por un proceso judicial, acusando a Zverev de agresión física durante una discusión en 2020, lo que resultó en un acuerdo extrajudicial en 2024, donde Zverev acordó pagar 200.000 euros por los daños.

En sus declaraciones tras la final, Zverev intentó desviar el foco de este tema, mencionando que en los últimos nueve meses no habían surgido nuevas acusaciones y cuestionando la motivación de la mujer que interrumpió la ceremonia.

"No voy a abrir ese tema más", expresó, mostrando un evidente malestar por la situación.

Además, la conferencia de prensa incluyó preguntas sobre otros temas delicados, como el presunto positivo de Sinner en un control antidoping, a lo cual Zverev respondió con sorpresa y sin profundizar en el asunto.

El contexto de esta situación es particularmente complicado, dado que en el ámbito del deporte de élite, el comportamiento personal de los atletas suele estar bajo un intenso escrutinio público.

Zverev, a pesar de su talento indiscutible en la pista, ahora enfrenta la dualidad de su carrera deportiva y su reputación personal, convirtiendo este Abierto de Australia en un punto de inflexión en su trayectoria tanto dentro como fuera del tenis.