El tenista ruso Daniil Medvedev, actualmente clasificado en la quinta posición del ranking mundial, logró avanzar a la tercera ronda del Masters 1000 de Shanghái tras un intenso enfrentamiento contra el italiano Matteo Arnaldi, quien ocupa el puesto 36 en el mundo.

El encuentro, que se prolongó durante dos horas y 45 minutos, terminó con un apretado marcador de 5-7, 6-4 y 6-4 a favor del jugador ruso, quien no ha conseguido aún títulos en la presente temporada.

El partido comenzó de manera prometedora para Medvedev, quien rompió el servicio de su oponente en los primeros juegos.

Sin embargo, Arnaldi, un joven de apenas 23 años que ha demostrado un notable crecimiento en el circuito, logró revertir la situación al conseguir dos quiebres que le permitieron llevarse el primer set.

Esta victoria inicial marcó el tono de un partido que estuvo cargado de emociones y tensión.

Durante el encuentro, Medvedev enfrentó dificultades al recibir dos faltas por conductas antideportivas, lo que culminó en un penalización de un punto tras una acalorada discusión con el juez de silla.

A pesar de estos desafíos, el antiguo número uno del mundo se concentró y dio vuelta a la situación, mostrando su tenacidad en la cancha, especialmente en los últimos dos sets que resultaron más equilibrados.

“Tengo la sensación de que probablemente en el primer set fui mejor.

Los otros dos sets estuvieron más igualados.

El tenis es un deporte loco, puedes ganar cuando no lo esperas”, comentó Medvedev tras su victoria.

El jugador continuó expresando su frustración hacia las pelotas utilizadas en el torneo, que siente benefician a aquellos tenistas capaces de generar potencia, como Jannik Sinner y Carlos Alcaraz.

En un gesto de protesta durante un punto, Medvedev llevó una pelota a su trasero, lo que no pasó desapercibido por el juez y los espectadores.

Este acto amenazó con dejar una sombra sobre su actuación.

Medvedev utilizó el momento final del partido, consistente en firmar la cámara, para enviar un mensaje directo a la organización: "Buenas pelotas", una clara indicación de su descontento con el material de juego.

Históricamente, Medvedev ha sido conocido por su estilo combativo y su capacidad para adaptarse a situaciones complejas en la cancha.

En sus encuentros anteriores contra Arnaldi, había salido victorioso en todas las ocasiones, lo que creó expectativas sobre un resultado favorable.

El ruso se medirá ahora en los octavos de final con el ganador del partido entre el griego Stefanos Tsitsipas y el francés Alexandre Müller, en lo que promete ser otro emocionante capítulo de su carrera.

La actuación de Medvedev en el Masters de Shanghái será crucial para mostrar su nivel de juego y su determinación en esta temporada llena de retos.

El torneo de Shanghái, que es uno de los más prestigiosos del circuito, siempre ha atraído a los mejores tenistas del mundo, y la presión sobre Medvedev crece a medida que avanza en la competición.