La tenista francesa Lois Boisson, tras recuperarse de una lesión severa, sorprende alcanzando los cuartos de final en Roland Garros, dejando atrás lesiones y dudas para consolidarse como una de las grandes revelaciones del torneo.

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En un período de apenas un año, la vida y carrera de Lois Boisson experimentaron una transformación radical. A finales de mayo del año pasado, la tenista francesa de 22 años comenzaba su proceso de recuperación tras una severa rotura del ligamento cruzado y del menisco en su rodilla izquierda.

Este revés médico había frustrado su sueño de debutar en el prestigioso torneo de Roland Garros, en París, y amenazaba con poner fin a sus aspiraciones profesionales.

Desde sus inicios en el circuito profesional de la ITF en 2019, Boisson mostró potencial, pero no fue hasta el año anterior que logró una mejora significativa en su rendimiento.

Durante ese período, acumuló una racha de 31 victorias en 37 partidos y conquistó su primer título en la categoría WTA 125 en Sain-Malo. Sin embargo, el camino hacia la élite se vio interrumpido por su lesión, que tuvo un impacto emocional y físico profundo.

A principios de 2024, Boisson decidió dedicar meses a sanar y recuperar su forma física. Pasó aproximadamente nueve meses en recuperación, enfrentándose a duras sesiones de rehabilitación. No obstante, su perseverancia la llevó a regresar a las canchas en febrero y, para abril, ya competía en torneos del WTA Tour, logrando su mejor resultado en un torneo de categoría 250 en Rouen, donde alcanzó la segunda ronda.

Gracias a su esfuerzo, la joven deportista fue invitada para participar en Roland Garros, un evento que anteriormente solo había soñado con jugar. En su debut en el cuadro principal, demostró una valentía indomable al vencer a tenis de alto nivel como Elise Mertens, Anhelina Kalinina y Elsa Jacquemot, sorprendiendo a todos al avanzar hasta los cuartos de final.

Su propósito en París no solo era disfrutar del torneo, sino también cumplir un sueño personal y buscar un lugar entre las mejores del mundo.

Su victoria más significativa fue ante Jessica Pegula, la tercera preclasificada y finalista del US Open 2024. Con un marcador de 3-6, 6-4 y 6-4, Boisson mostró un nivel de juego sobresaliente, extendiendo su sueño en tierra batida ante una de las tenistas más peligrosas del circuito.

Históricamente, esta es la primera vez desde 2017 que una jugadora con un ranking tan bajo, en esa ocasión Kaia Kanepi, alcanza los cuartos en Roland Garros.

Originaria de Dijon, Francia, Boisson comenzó a jugar profesionalmente en 2019. En sus primeros años en el circuito, enfrentó obstáculos y lesiones, pero su determinación nunca decayó. La lesión que sufrió fue uno de los momentos más duros en su carrera; en aquella época, expresó en redes sociales su sensación de desesperanza y el reto de volver a su nivel previo.

Tras meses de intensa rehabilitación, Boisson volvió a la competencia en febrero y rápidamente empezó a notar mejoras en su rendimiento y confianza.

La oportunidad de jugar en Roland Garros sin expectativas específicas le permitió desarrollar un juego sin presión y aprovechar cada momento en la pista.

Con sus cuatro victorias en París, su clasificación mundial se elevó a alrededor del puesto 120, y su premio en dinero superó los 460.000 euros, más del triple de lo que había ganado en toda su carrera hasta esa fecha.

El torneo de Roland Garros siempre ha sido escenario de grandes historias de superación en el tenis, y la historia de Lois Boisson no es la excepción.

Su paso a los cuartos de final, siendo la primera jugadora francesa en lograrlo desde 2017, marca un antes y un después en su carrera y en el tenis femenino francés.

Ahora, con miras a las semifinales, enfrenta a la joven estrella rusa Mirra Andreeva, quien venció a Daria Kasatkina, por lo que la expectativa crece.

Boisson, con una sonrisa en el rostro y un futuro prometedor, afirmó que su principal objetivo es seguir en marcha y aprovechar cada oportunidad para seguir creciendo.

Tras un torneo lleno de emociones y sorpresas, su historia individuelle se convierte en inspiración para muchos, simbolizando que con perseverancia y esfuerzo, es posible regresar y triunfar incluso tras las lesiones más difíciles.