El número uno del tenis mundial, Jannik Sinner, aclara su situación tras un control antidóping positivo, argumentando contaminación por error de su equipo.

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El tenista italiano Jannik Sinner, que actualmente ocupa el primer lugar en el ranking mundial de tenis, se expresó con firmeza sobre su inocencia tras dar positivo en un control antidóping durante el Masters 1000 de Indian Wells.

En una conferencia de prensa previa al inicio del Abierto de Estados Unidos que dará comienzo el próximo lunes en Nueva York, Sinner argumentó que su resultado positivo se debió a una "contaminación" ocasionada por un spray utilizado por su fisioterapeuta, a quien decidió despedir junto con su preparador físico.

"En mi mente sé que no he hecho nada malo", afirmó el joven de 22 años, quien recibió una dura crítica por parte de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) que aceptó su defensa respecto a las ínfimas cantidades del esteroide anabolizante clostebol encontradas en su cuerpo.

Esta situación generó controversia y comentarios de otros tenistas que cuestionaron la decisión de la ITIA de exonerar a Sinner, lo que ha desatado un debate en el circuito profesional.

Sinner explicó que la sustancia prohibida ingresó en su organismo por un aerosol que su fisioterapeuta, Giacomo Naldi, utilizó para tratar un corte en su dedo.

El contacto directo durante los masajes que le realizaba al italiano condujo a su resultado positivo.

A pesar de que Sinner no fue sancionado, tuvo que enfrentar la pérdida de 400 puntos en este torneo y un premio de aproximadamente 300 mil euros.

La controversia alrededor de Sinner se intensificó después de que se pronunciaron varios tenistas, incluyendo a figuras como Nick Kyrgios y Denis Shapovalov, quienes expresaron sus dudas respecto a la resolución.


La situación fue aún más complicada cuando el retirado jugador bahiense Guido Pella comentó enfáticamente, insinuando que si Sinner hubiera sido de una nacionalidad sudamericana, la situación podría haber sido más severa.

En el contexto de esta controversia, es importante recordar que la reputación de Sinner en el circuito siempre ha sido la de un jugador honesto y recto, algo que enfatizó durante su discurso.

“Siempre fui un jugador limpio, aunque entiendo que esta cuestión puede cambiar el parecer de quienes no me conocen”, añadió Sinner, visiblemente conmovido por el impacto que esta situación ha tenido en su vida personal y profesional.

A pesar de la carga emocional de estos eventos, Sinner se muestra optimista respecto al futuro.

"Estar aquí y competir en el último Grand Slam del año me llena de satisfacción.

Es un torneo extremadamente importante y mi único objetivo en este momento es rendir al máximo", expresó con determinación.

Con el desafío de controlar sus pensamientos y emociones, Sinner es consciente de que la presión será grande, pero se prepara para dar lo mejor de sí mismo, apoyado por su equipo, aunque sea en circunstancias difíciles.

Mientras el Abierto de Estados Unidos se aproxima, este incidente servirá como un recordatorio no solo de la fragilidad de la reputación en el ámbito deportivo, sino también de las pruebas que los atletas deben enfrentar en su carrera, donde el trabajo arduo y la dedicación continúan siendo fundamentales para alcanzar el éxito.