El tenista argentino Diego Schwartzman se prepara para su último torneo en el Buenos Aires Lawn Tennis, después de una carrera llena de logros y satisfacciones.

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Faltan solo cuatro días para que Diego Schwartzman inicie su última presentación como tenista profesional. Con una carrera destacada, el argentino alcanzó el octavo lugar del ranking mundial en octubre de 2020 y ahora se prepara para jugar en el Buenos Aires Lawn Tennis Club durante el torneo Argentina Open 2025.

Schwartzman recibió una invitación para formar parte del cuadro principal, donde hará su debut el martes por la noche.

Antes de este evento, el actual 382° del mundo tuvo la oportunidad de jugar en el Challenger de Rosario, donde, aunque fue derrotado por Camilo Ugo Carabelli tras un reñido partido que finalizó 4-6, 6-3 y 6-4, se mostró satisfecho por haber podido disfrutar del juego rodeado de su familia en las gradas.

"Me sentí bastante bien, pude competir y traer algunas pelotas en momentos importantes. Camilo tenía mucho ritmo, pero el objetivo era disfrutar de la cancha y dar un buen espectáculo", analizó el Peque.

El tenista, que se ha mantenido activo en las redes sociales, confesó entre risas su preocupación por posibles errores en su última aparición. Tras la derrota, compartió un momento divertido en Instagram con Carabelli, quien le respondió reconociendo el gran nivel que mostró Schwartzman en el partido.

A medida que se acerca su despedida, el escenario en Rosario se convierte en un adelanto de lo que está por venir en el torneo de Buenos Aires, donde Schwartzman ya ha tenido un historial exitoso, siendo campeón en 2021 y finalista en 2019 y 2022.

No obstante, el enfoque este año es diferente. "Ganar no es el objetivo. En una semana me retiro y eso no cambiará nada. Solo quiero ser competitivo y disfrutar cada momento que pase en la cancha", comentó.

Para Schwartzman, el ambiente previo a su último torneo es un espacio libre de la presión de clasificaciones y puntos, permitiéndole disfrutar más de la competencia y de los entrenamientos sin el estrés habitual que implica estar en el circuito profesional.

Esta temporada, decidió saltarse la pretemporada y se permitió disfrutar de unas vacaciones, algo que no hacía desde hace años, priorizando su bienestar personal en este tramo final de su carrera.

Con 32 años, la carga emocional de su despedida es significativa. Schwartzman planea participar en un programa de radio a partir de marzo, porque no solo mira hacia atrás con nostalgia, sino que también sueña con contribuir al tenis argentino en nuevas capacidades.

Ha expresado su deseo de colaborar con organizadores de torneos para ayudar a mejorar las oportunidades para los jóvenes tenistas en el país.

En el ocaso de su carrera, la figura de Schwartzman es recordada por sus destacados momentos: alcanzó las semifinales en Roland Garros, rompió records y dejó una huella imborrable en el tenis argentino.

Su último acto como profesional está marcado para el martes, cuando el telón se levante en el Argentina Open, y se espera que sea un evento lleno de emociones y recuerdos inspiradores.

En esta nueva etapa de su vida, Schwartzman se despide del tenis, pero el legado que deja es innegable.