El tenista español Carlos Alcaraz logra su segundo campeonato en Roland Garros tras una épica final contra Jannik Sinner, consolidándose como uno de los figuras emergentes del tenis mundial y estableciendo récords en la historia de los Grand Slam.

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Carlos Alcaraz reafirmó su posición como uno de los talentos más destacados del #tenis internacional al coronarse por segunda vez en Roland Garros, uno de los torneos más prestigiosos del calendario ATP.

La final disputada el domingo pasado en el court Philippe Chatrier se convirtió en uno de los encuentros más memorables de la historia moderna, con una duración de cinco horas y 29 minutos, lo que la convierte en la final más larga en la historia de este Gran Slam y en la segunda más extensa en todos los torneos majors.

El joven tenista español, de apenas 22 años, venció en uno de los partidos más épicos frente a Jannik Sinner. Los marcadores finales fueron 4-6, 6-7 (4-7), 6-4, 7-6 (7-3) y 7-6 (10-2). Esta victoria no solo le otorgó su segundo título en París, sino que además reforzó su estatus en el circuito, sumando 2000 puntos en el ranking mundial, un incremento significativo respecto a su actuación del año anterior, donde fue semifinalista.

La hazaña también incrementa su confianza de cara a la próxima temporada, con futuras metas en Wimbledon y el US Open.

Tras la ceremonia de premiación, Alcaraz celebró junto a su familia en la cancha, posando con sus padres, Virginia y Carlos, y sus hermanos Sergio y Álvaro.

Posteriormente, compartió instantes con los asistentes y los niños que ejercen de ayudantes en el torneo, los llamados ‘ball kids’. Sus palabras ante la prensa se centraron en la importancia de disfrutar cada momento, de no perder la humildad y de cómo la pasión por el #deporte lo motiva a seguir creciendo.

En declaraciones a la radio española, Alcaraz reflexionó: "Nunca pensé que pudiera darme la vuelta en situaciones tan difíciles. En momentos clave, creímos hasta el final. La clave fue no rendirnos, mantener la fe en la remontada, y siempre pensar en el próximo punto, paso a paso". También expresó que, aunque no se consideraba aún en el nivel de las leyendas del tenis, siente que está siguiendo un camino de éxito inspirado en grandes como Rafael Nadal, su ídolo y referente en la historia del deporte.

La final fue un espectáculo de nivelazo, en el que ambos jugadores desplegaron un tenis muy intenso y de alto nivel. Algunas fases del partido demostraron golpes sorprendentes y una lucha física y mental que mantuvo a la audiencia en vilo durante horas. Alcaraz destacó que disfrutó mucho jugar en esas condiciones, a pesar del desgaste físico: "Pensaba que si lograba mantener el nivel, podía ganar.

La resistencia fue clave, y afortunadamente, todo salió bien".

Su ascenso en la historia del tenis es innegable. Con esta victoria, se une a un selecto grupo de deportistas que lograron ganar su quinto Grand Slam, al igual que Rafa Nadal, quien conquistó Wimbledon en 2008 con 22 años, y Djokovic, que logró su primer título major en el Abierto de Australia en 2008.

Además, la coincidencia de edad para ambos generó diversas comparaciones y expectativas.

Tras el torneo, Alcaraz anunció que descansará unos días en Ibiza, junto a algunos amigos, en su lugar favorito para desconectar del circuito. Allí, disfrutará de unos días de relax y recuperación, antes de comenzar la gira sobre césped, que incluirá Queen’s y Wimbledon, preparándose para los próximos desafíos en su prometedora carrera.

El triunfo de Alcaraz en París no solo simboliza una victoria personal, sino también un mensaje para el mundo del deporte que la perseverancia, el trabajo duro y la pasión son las claves para alcanzar la élite.

La historia de una joven promesa que, con mucho esfuerzo, continúa dejando huella en la historia del tenis mundial, dejando atrás las dudas y enfrentando con valentía cada desafío que la cancha le presenta.

Su futuro parece brillante, y todo indica que estamos presenciando a un campeón que marcará una época en este deporte.