El próximo domingo se llevará a cabo un emocionante partido entre dos de los equipos más importantes del fútbol argentino: River Plate y Boca Juniors se enfrentarán en una nueva edición del Superclásico, esta vez por los cuartos de final de la Copa de la Liga.

El encuentro tendrá lugar en el estadio Mario Alberto Kempes a partir de las 15:30 horas.

Este partido siempre genera una gran expectativa en todo el país, y en esta ocasión, con la particularidad de ser un enfrentamiento de eliminación directa, el clima promete ser aún más emocionante.

El estadio cordobés estará lleno para este encuentro, con unas 26.000 entradas disponibles que saldrán a la venta este viernes.

Si convertimos estos precios a Euros, las populares tendrán un valor de aproximadamente 190 euros, mientras que las plateas costarán alrededor de 510 euros.

En caso de que queden remanentes, los no socios podrán adquirir las entradas a un precio de 270 euros las populares y 720 euros las plateas.

Además, se ha tomado la decisión de asignar las ubicaciones de acuerdo a la seguridad de los hinchas: los seguidores de River ocuparán la platea Gasparini, mientras que los de Boca estarán en la Osvaldo Ardiles.

A pesar de la diferencia en la capacidad de las tribunas, se han dispuesto medidas de seguridad para igualar la cantidad de entradas disponibles para ambos equipos.

El último encuentro entre estos dos equipos en el Monumental terminó en empate 1 a 1. La venta de entradas comenzará a las 12:00 PM exclusivamente para los clientes de Naranja X, extendiéndose a la venta general a partir de las 14:00 horas para los socios.

Se espera un ambiente único en el estadio, a pesar de las dudas sobre el estado del campo de juego, que ha sido sometido a un proceso de resembrado en los últimos días.

La LPF pondrá las entradas a la venta a través de la plataforma Deportick, con alrededor de 50.000 disponibles para el público en general y unas 7.000 que serán vendidas por los clubes.

Los hinchas de River y Boca tendrán itinerarios diferenciados para llegar al estadio, con la Ruta 9 para los seguidores de River y la Ruta 8 para los de Boca.

A pesar de las dificultades en el terreno de juego, se espera que el Superclásico sea una fiesta tanto dentro como fuera de la cancha, con un ambiente inolvidable que mantendrá la rivalidad entre estos dos grandes equipos.