La gimnasta estadounidense ha encontrado apoyo en su esposo y entrenadora francesa para superar sus problemas de salud mental y prepararse para los Juegos Olímpicos de París 2024.

Simone Biles ha logrado renacer tras enfrentar sus problemas de salud mental durante los Juegos Olímpicos de Tokio.

Gracias a la terapia y al apoyo de su esposo, el jugador de la NFL Jonathan Owens, y su histórica entrenadora, la francesa Cecile Landi, la gimnasta estadounidense ha encontrado la fuerza para enfrentarse a sus miedos y seguir adelante.

Biles, de 27 años, se encuentra en plena preparación para los trials de US Gymnastics, con el objetivo de clasificarse para los Juegos Olímpicos de París 2024. Su historia de superación y resiliencia ha inspirado a muchos en el mundo entero.

Desde que decidió tomarse un descanso de la gimnasia en 2020, Biles ha trabajado duro en su recuperación, tanto a nivel físico como mental.

La importancia de contar con un sistema de apoyo sólido ha sido fundamental en su proceso de curación.

No solo se ha enfocado en su salud mental, con sesiones terapéuticas semanales, sino que también ha construido una vida fuera del deporte, disfrutando de su familia, sus perros y explorando oportunidades comerciales.

Todo este trabajo fuera del gimnasio ha contribuido a mantener un equilibrio en la vida de Biles, permitiéndole seguir creciendo tanto en lo personal como en lo deportivo.

La influencia positiva de su esposo Jonathan Owens ha sido un pilar fundamental en la vida de Biles.

El jugador de la NFL ha estado presente en todo momento, brindándole apoyo incondicional en los momentos más difíciles.

Su historia de amor, que comenzó durante la pandemia por Covid, ha evolucionado hasta culminar en un matrimonio en abril de 2023. La pareja ha encontrado en el otro un compañero de vida, un refugio en medio de las adversidades.

El regreso triunfal de Biles a la competencia ha sido aclamado por sus seguidores en todo el mundo.

Su participación en el Campeonato Mundial de Gimnasia en Amberes la convirtió en la gimnasta más condecorada de la historia, un logro que refleja su dedicación y talento innato.

Ahora, con la mirada puesta en París 2024, Biles se prepara para afrontar nuevos desafíos y seguir escribiendo su historia en la gimnasia mundial.

Su determinación y valentía son un ejemplo para todos aquellos que enfrentan adversidades en su camino hacia el éxito.