El Milan empató 2-2 contra el Torino en un emocionante inicio de la Serie A, con un autogol controvertido y un debut destacado de Álvaro Morata.
El pasado sábado, el partido entre el AC Milan y el Torino en la primera jornada de la Serie A estuvo marcado por la intervención del VAR, que corrigió un error que podría haber afectado el resultado del encuentro.
En una jugada confusa que ocurrió a los 30 minutos de juego en el estadio de San Siro, el defensor del Milan, Malick Thiaw, introdujo involuntariamente el balón en su propia portería, pero inicialmente, el árbitro Fabio Maresca no señaló el gol, lo que generó protestas de los jugadores del Torino.
El episodio se originó tras un cabezazo del atacante italiano Raoul Bellanova que impactó en el poste y, tras rodar peligrosamente sobre la línea de gol, terminó en los pies de Thiaw.
Al intentar controlar el balón, el alemán lo empujó hacia su propio arco, creando así lo que fue contabilizado como un autogol.
A pesar de la situación, la acción fue continuada en el juego porque el árbitro no validó la anotación.
Sin embargo, gracias a una reciente modificación en la normativa del campeonato italiano, que otorga al VAR la potestad de intervenir en casos similares sin que el árbitro principal tenga que revisar la jugada en el campo, se revisaron las imágenes de la acción.
Finalmente, se confirmó que el balón había cruzado completamente la línea de gol, lo que permitió que el tanto se contabilizara como un autogol de Thiaw.
No obstante, el Milan no se dio por vencido y luchó por revertir el marcador.
En su debut como jugador del Milan, Álvaro Morata, que comenzó el encuentro desde el banquillo, se convirtió en el héroe al marcar un gol en el minuto 89. Morata ingresó al campo cuando el Milan se encontraba 0-2 por debajo, pero su inyección de energía y su capacidad de finalización fueron claves para que el equipo igualara el marcador, asistido por su compañero Noah Okafor.
El juego se tornó emocionante, especialmente con la llegada de Morata y otros cambios estratégicos que transformaron al Milan.
El equipo se volvió más ofensivo y comenzó a llegar con mayor claridad al área rival, aunque la frustración también fue evidente cuando el VAR anuló un penalti que había sido concedido inicialmente, al determinar que no hubo contacto durante la jugada que llevó a la caída de Morata dentro del área.
Pese a que el Torino había logrado aumentar su ventaja con un segundo gol anotado por el colombiano Duván Zapata, que debutó como capitán, el Milan mostró carácter y determinación.
Finalmente, el equipo logró nivelar el partido en el tiempo de descuento, gracias a un esfuerzo final que llevó a un 2-2 que fue recibido con alivio por los aficionados presentes en San Siro.
A pesar de generar buenas expectativas en la pretemporada, el Milan se mostró algo predecible durante los primeros partidos de la liga.
Sin embargo, la respuesta del equipo tras ir 0-2 abajo deja abierta la esperanza de que, con la llegada de jugadores como Morata y su capacidad de decisión y gol, el Milan podrá mejorar su rendimiento en futuras jornadas.
Este arranque de temporada demuestra que la Serie A promete ser competitiva, y cada partido puede ofrecer sorpresas inesperadas.