La noticia de la renuncia de tres jugadoras de la Selección Argentina femenina de fútbol ha sacudido las aguas de la AFA. Lorena Benítez, Julieta Cruz y Laurina Oliveros, futbolistas de Boca Juniors, anunciaron en sus redes sociales su decisión de no formar parte del equipo en la fecha FIFA en la que se enfrentarían a Costa Rica en Buenos Aires.

Benítez, en su declaración, reveló que la AFA no les proporcionó ni desayuno ni almuerzo durante los entrenamientos de la Selección, argumentando falta de fondos.

Cruz también confirmó las acusaciones en su publicación, denunciando el maltrato recibido y la falta de valoración por parte de los responsables del conjunto albiceleste.

Las jugadoras expresaron su amor por vestir la camiseta de la Selección Argentina, pero manifestaron su cansancio ante las injusticias y la falta de reconocimiento.

Recordaron que después del Mundial femenino 2019 en Francia, muchas jugadoras se quejaron del trato recibido y promovieron un cambio en el equipo.

Benítez, Cruz y Oliveros, todas integrantes del equipo femenino de Boca Juniors, resaltaron su deseo de que las próximas generaciones disfruten del deporte sin pasar por las dificultades que ellas enfrentaron.

La fecha FIFA incluirá partidos contra Costa Rica el viernes 31 en el estadio Ciudad de Caseros y el lunes 3 de junio en el estadio Ciudad de Vicente López.

La noticia ha generado un debate sobre las condiciones de trabajo de las jugadoras de fútbol en Argentina, y la necesidad de mejorar el trato y la logística tanto en la Selección como en los clubes.

Datos históricos: En 2020, el salario mensual de una jugadora de fútbol en Argentina era de aproximadamente 20.000 pesos Argentinos, equivalentes a unos 190 euros.

A lo largo de los años, las jugadoras han luchado por la igualdad de condiciones y oportunidades en el fútbol argentino, enfrentando obstáculos como la falta de apoyo y reconocimiento por parte de las autoridades deportivas.