El club San Lorenzo atraviesa una difícil situación económica y administrativa, con deudas pendientes y conflictos internos que generan incertidumbre en sus seguidores y en el fútbol argentino. La reaparición de Marcelo Moretti en la AFA y las deudas con fondos internacionales complican aún más la situación del club de Boedo.

Los tranquilos sonidos de los pájaros se silenciaron de golpe por la llegada de una notable presencia policial en las inmediaciones del predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
No se trataba del operativo típico, sino de un movimiento que evidenciaba las tensiones políticas y económicas que afectan al club azulgrana. Marcelo Moretti, presidente de San Lorenzo, reapareció públicamente en una reunión del Comité Ejecutivo de la AFA con una misión específica: explicar su situación legal ante sus colegas dirigentes y buscar soluciones a los problemas que emergen de una serie de conflictos internos y #deudas pendientes.
Moretti, que había regresado al cargo tras una sentencia favorable de la Cámara Civil que declaró nula su destitución, acudió a la convocatoria acompañado por la resolución judicial que le permitió volver a liderar el club, pese al rechazo de buena parte de los hinchas, que exigen su renuncia y la convocatoria a nuevas elecciones.
En la reunión, que fue encabezada por Claudio Tapia, el presidente de la AFA, el directivo dejó claro que su situación legal respondía a un entramado político y que su actuación no tenía relación con supuestas irregularidades administrativas, aunque todavía está siendo investigado por un posible manejo irregular de fondos.
Desde fuentes presentes en la reunión, se supo que Moretti habló aproximadamente durante diez minutos, asegurando su inocencia y advirtiendo que podrían estar intentando una maniobra política en su contra.
Además, mostró la documentación judicial que respalda su recuperación del mando y reiteró su deseo de normalizar la gestión del club, sometiéndose a los procesos internos correspondientes, como la convocatoria de una reunión del consejo directivo de #San Lorenzo para reestructurar la dirigencia.
A su salida, en su vehículo, fue protegido por un operativo de seguridad reforzado, destinado a evitar incidentes con simpatizantes enojados y que consideran que Moretti no debería seguir en el cargo.
La crisis financiera ha puesto a San Lorenzo en una situación de vulnerabilidad económica significativa
La situación del club, sin embargo, va mucho más allá del ámbito político y judicial. En las últimas semanas, la crisis financiera ha puesto a San Lorenzo en una situación de vulnerabilidad económica significativa.
Se confirmó que al menos dos jugadores del plantel profesional están haciendo reclamos formales ante la Asociación de Futbolistas Argentinos Agremiados por diferentes pagos atrasados.
Jhohan Romaña y Alexis Cuello, jugadores clave en la plantilla, denuncian atrasos que rondan los tres meses de sueldo y también reclaman la deuda correspondiente al 15% de su traspaso, un monto que, en moneda europea, está valuado en unos 12.000 euros aproximadamente. La tensión en el vestuario crece, pues se suma que la confianza del plantel hacia la dirigencia se ha deteriorado, ante las promesas incumplidas de pagos.
Por otra parte, la situación económica del club en Boedo es preocupante. El plazo establecido por el fondo de inversión suizo AIS Investment Fund SCA Sicav para que San Lorenzo pague 7,5 millones de euros — que equivalen a aproximadamente 8 millones de dólares — vence en poco más de una semana.
La opción de negociar una reestructuración de la deuda parece complicada, ya que las arcas del club están prácticamente vacías y las sirenas de una posible declaración de quiebra suenan fuerte en barrio Boedo.
La amenaza de la intervención económica y el riesgo de perder su categoría financiera penden sobre san Lorenzo, que con una historia rica y un importante número de seguidores, ahora busca cómo sortear una de las peores crisis de su historia reciente.