El club San Lorenzo toma medidas contra Néstor Ortigoza tras la difusión de videos que muestran agresiones hacia su pareja.

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Un escándalo ha golpeado a San Lorenzo, uno de los clubes más emblemáticos del fútbol argentino, debido a la implicación de su ex jugador y mánager Néstor Ortigoza.

Este futbolista, recordado por convertir el penal que le otorgó a San Lorenzo su única Copa Libertadores en 2014, se encuentra en el centro de una controversia por un comportamiento violento hacia su pareja, quien ya había presentado denuncias por violencia de género en su contra.

En las últimas horas, se ha difundido un video que muestra a Ortigoza agrediendo a su pareja dentro de su hogar.

Estas imágenes, captadas por cámaras de seguridad y el teléfono de la mujer afectada, revelan situaciones alarmantes que han llevado al club a exigir su renuncia.

En uno de los clips, se puede ver cómo Ortigoza golpea la mano de su pareja cuando ella intenta grabarlo y se observa una culminación de agresiones que involucra a su hijo.

En medio de la subida de tensión, la mujer le pide que se controle porque su hijo está presente.

El contexto de la relación entre Ortigoza y su esposa ha sido complicado.

Ambos presentaron denuncias recíprocas por violencia en agosto, lo que culminó en un allanamiento en su hogar, donde la policía descubrió dos armas de fuego registradas a nombre de la mujer de Ortigoza.

Este hecho ha desencadenado aún más la preocupación en la comunidad, ya que se trata de una situación de violencia familiar que se ha ido agravando.

El club San Lorenzo decidió actuar rápidamente.

A través de un comunicado oficial, la Comisión Directiva requería a Ortigoza que presentara su renuncia, alegando que su comportamiento no se alinea con los valores de la institución.


El comunicado menciona también el compromiso de San Lorenzo con la erradicación de la violencia contra las mujeres en consonancia con las leyes nacionales e internacionales.

Néstor Ortigoza, quien hasta hace poco cumplía labores como encargado del fútbol profesional del club, se encontraba en una situación complicada tras una disputa interna con el presidente del club que lo llevó a ser relegado a un cargo menor.

Sin embargo, este último escándalo y la revelación de los videos han precipitado una reacción en cadena que parece no tener marcha atrás.

Las declaraciones de los directivos y de la oposición dentro del club resaltan la necesidad de actuar contra la violencia, adoptando una postura firme frente a la conducta del exjugador.

Algunos miembros de la oposición han expresado su deseo de ver una gestión más responsable, señalando la importancia de que quienes ocupen cargos directivos en el fútbol sean modelos a seguir.

Las acciones de Ortigoza no son un hecho aislado.

En el pasado, ya había enfrentado otras denuncias por amenazas y comportamientos violentos.

Este nuevo episodio pone de relieve la necesidad crítica de tratar los problemas de violencia de género en todos los sectores, incluyendo el ámbito del deporte.

San Lorenzo, como muchas otras instituciones, está en un momento crucial para abordar estas cuestiones, y sus decisiones pueden marcar la pauta sobre cómo se deben manejar comportamientos violentos dentro y fuera del campo.

Lo que es evidente es que Ortigoza ha llegado a un punto sin retorno, y su futuro en el club parece cada vez más incierto a medida que se desarrollan los acontecimientos.