El club argentino San Lorenzo debe decidir si levanta sus inhibiciones por más de 2 millones de dólares para priorizar el pago de salarios y evitar mayores intereses, en medio de una situación económica compleja y sin refuerzos previstos.

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Sin embargo, mientras tanto, el club se ve obligado a centrarse en cuestiones urgentes relacionadas con sus finanzas.

Una de las principales preocupaciones del oficialismo de #San Lorenzo son las #inhibiciones que pesan sobre el club, que superan los 2,2 millones de dólares (alrededor de 2 millones de euros) en total, sumando intereses y multas generadas por retrasos en pagos a FIFA.

Estas inhibiciones dificultan cualquier movimiento de fichajes o contrataciones, por lo que la directiva debe decidir entre levantarlas o mantenerlas en espera, decisión que tiene profundas implicancias económicas y deportivas.

Varios directivos consideran que, en un escenario económico complicado y en medio de la crisis financiera mundial que también afecta al fútbol sudamericano, sería más prudente priorizar el pago de los salarios del plantel profesional y de los empleados del club.

Esto, en un intento de mantener la estabilidad interna y evitar conflictos laborales o sociales. La idea de no realizar refuerzos en el mercado de transferencias de verano argentino (que corresponde al invierno en el hemisferio sur) parece confirmarse, al menos por el momento, aunque existe la posibilidad de que el club venda en los próximos días a Gastón Hernández, jugador que fue cotizado en unos 10 millones de dólares (unos 9 millones de euros) por San Lorenzo.

El dinero que el club ha logrado obtener recientemente proviene de algunas salidas en su plantel, incluyendo las de Miguel Russo, Malcom Braida y Elian Irala.

Sin embargo, estas ventas no alcanzan a generar más de 3 millones de dólares (aproximadamente 2,7 millones de euros), por lo que la administración debe gestionar con cautela sus recursos en un contexto donde las restricciones económicas son cada vez mayores.

La situación se complica debido a que si el club decide no pagar las inhibiciones

La situación se complica debido a que si el club decide no pagar las inhibiciones, estos aumentarán debido a los intereses acumulados, incrementando aún más la deuda en el futuro.

Damián Ayude, el encargado de la parte administrativa del club, ha señalado que la prioridad ahora es mantener la estabilidad del presupuesto y de los pagos esenciales, dejando en segundo plano las inversiones en refuerzos que podrían mejorar el rendimiento deportivo.

Sin embargo, la eventual venta de jugadores y la posibilidad de obtener ingresos adicionales podrían cambiar este panorama en los próximos días. La tensión entre la necesidad de cumplir con las obligaciones económicas y la búsqueda de una mejor plantilla deportiva refleja las dificultades que enfrenta San Lorenzo en un mercado cada vez más competitivo y financieramente restrictivo.

Históricamente, San Lorenzo ha tenido altibajos en su gestión económica, logrando en el pasado importantes conquistas nacionales e internacionales, pero siempre enfrentando desafíos en la administración de sus recursos.