El equipo de San Lorenzo termina el año de mala manera, con una derrota ante Tigre y la suspensión de una asamblea crucial para aprobar el balance 2023/24.
San Lorenzo concluyó el año 2024 de la forma más desoladora posible. La difícil situación no solo se debió a la derrota sufrida contra Tigre, sino que además se vio empañada por la suspensión de la asamblea donde se iba a aprobar el balance de la temporada 2023/24.
Esta asamblea se vio interrumpida por la entrada de aproximadamente 100 aficionados, quienes impidieron que se llevara a cabo el evento institucional esperado.
El descontento de los hinchas hacia la gestión actual de Marcelo Moretti se hizo evidente incluso antes de que comenzara el partido. Los jugadores saltaron al césped del Nuevo Gasómetro, el estadio de San Lorenzo, recibiendo una fuerte silbatina y cánticos desalentadores por parte de la afición.
El repetido grito de 'que se vayan todos' resonó en cada rincón del estadio antes de que el árbitro, Luis Lobo Medina, iniciara el encuentro. Este ambiente adverso se sintió en el desarrollo del partido, que se fue al descanso con un frío 0-0.
La primera parte del encuentro se caracterizó por la falta de oportunidades claras de gol. San Lorenzo, como equipo local, no logró crear peligro real para la defensa rival, y eso se tradujo en más abucheos y voces de desaprobación.
La situación se complicó aún más en la segunda mitad del partido cuando Gonzalo Luján recibió su segunda tarjeta amarilla, siendo expulsado a los 31 minutos del complemento.
Problemas en la defensa de San Lorenzo antes del partido en la Copa Sudamericana
El entrenador Ruben Darío Insua se enfrenta a dificultades en la defensa de San Lorenzo antes del partido de la Copa Sudamericana contra Independiente de Medellín. El defensor Jonathan Galván, cuya llegada esperaban con ansias, no podrá jugar debido a problemas en su desvinculación de Racing.Sin embargo, la controversia llegó al instante: el VAR hizo que Lobo Medina revisara la jugada, y tras revisar el video, cambió la amarilla por una roja directa, dejando a Luján aún más confundido.
El jugador, al creer que iba a regresar al campo, comenzó a trotar, solo para darse cuenta de que su situación había cambiado drásticamente. Su sorpresa fue tal que, en medio de esta confusión, el arquero suplente, Chila Gómez, recibió una tarjeta amarilla por su protesta.
Los problemas no pararon ahí, ya que Tigre logró abrir el marcador tras una jugada colectiva destacada. Gonzalo Maroni, tras un desborde por la izquierda, centró para Martín Garay, quien aprovechó un rebote para enviar el balón al fondo de la red. Esta anotación encendió aún más los ánimos en un estadio que ya se encontraba tenso.
El clamor generalizado en las gradas fue de rechazo hacia la calidad de los jugadores, que, bajo la consigna de 'basta de fracasados', mostraban el descontento de una hinchada que ansía títulos y un mejor desempeño.
La repetición del eslogan 'que se vayan todos' en medio de esta derrota finaliza un año que ha dejado muchas expectativas incumplidas y un claro mensaje sobre la necesidad de cambios en la institución.
Así, San Lorenzo mira hacia el 2025 con la urgencia de enmendar el rumbo.