El wing argentino Mateo Carreras reflexiona sobre la histórica victoria sobre Nueva Zelanda en Vélez y la importancia de normalizar estos logros deportivos en el rugby nacional.

Aunque no fue parte de la convocatoria en los primeros partidos de 2025, su regreso al equipo en un momento crucial refleja la competencia interna y el nivel de talento en la plantilla.
Carreras ya había tenido un papel fundamental en la victoria del año pasado en Wellington, donde fue uno de los jugadores más destacados. Su experiencia y capacidad para marcar diferencias en momentos clave hacen que su opinión sea relevante a la hora de analizar este logro. En declaraciones, el jugador de 25 años afirmó que no se debería hacer tanto énfasis en lo histórico, sino reconocer que el equipo argentino está en condiciones de pelear por grandes cosas y que vencer a los número uno del mundo se ha vuelto algo más cotidiano.
El triunfo en Vélez fue un resultado que rompió con la supremacía casi incontestable de Nueva Zelanda en los rubros internacionales. La victoria no solo tiene un valor deportivo, sino que también ayuda a ajustar la autoestima del #rugby argentino, que en los últimos años ha venido dando pasos firmes para consolidarse como una potencia en la región y en el mundo.
Históricamente, los #All Blacks han sido considerados los mejores del mundo, con una trayectoria que incluye múltiples mundiales y una regularidad excepcional en su rendimiento.
Sin embargo, Argentina ha logrado vencerlos en cuatro ocasiones y empatar en una, en una relación que, aunque favorable a los oceánicos, muestra que las gestas no son imposibles.
En los últimos 12 enfrentamientos, #Los Pumas lograron 4 triunfos y 8 derrotas; en la competencia del Super Rugby Américas, la diferencia disminuye aún más.
Durante el partido en Vélez, las condiciones meteorológicas adversas con lluvia y barro añadieron dificultad a los entrenamientos y al juego en sí.
Carreras, en particular, evocó momentos de su pasado amateur en Tucumán, donde la lluvia afectaba la pelota y hacía el entrenamiento aún más exigente.
Él mismo afirmó que la intensidad del entrenamiento en ese contexto fue mayor que el propio partido.
Este paso adelante para Argentina no solo es fruto del talento individual, sino también del trabajo en equipo y la competencia interna. La pelea por un puesto en el equipo es muy pareja; jugadores como Rodrigo Isgró, Ignacio Mendy y Benjamín Elizalde continúan luchando por mantener su lugar, lo que fomenta un nivel de competencia alto y constante.
Los Pumas supieron recuperarse
El resultado obtenido también reforzó la importancia de la resiliencia y la concentración en momentos de dificultad. Aunque Nueva Zelanda logró marcar dos tries en el primer tiempo, Los Pumas supieron recuperarse, ajustar su juego y mantener el control frente a un rival de gran calibre.
Carreras destacó que en rugby, para ganar a los All Blacks, hace falta mucho esfuerzo y golpes; sin embargo, resaltó que los actuales jugadores argentinos están en buena forma física y mental para afrontar estos desafíos.
Por otro lado, la victoria trae algo de mala noticia, ya que Tomás Albornoz, una pieza esencial en la cancha, será baja por las próximas dos fechas debido a una lesión.
A pesar de ello, la mayoría del plantel está en condiciones de seguir representando a Argentina en los próximos desafíos, entre ellos el enfrentamiento contra Australia en su territorio.
Este logro no es solo un motivo de orgullo deportivo, sino también una muestra de la evolución del rugby argentino en los últimos años. La expansión del rugby en diferentes regiones de Argentina, especialmente en Tucumán y otras provincias del norte, ha contribuido al crecimiento del nivel y la competitividad del equipo nacional.
Desde la incorporación de jugadoras y jugadores jóvenes, hasta la profesionalización del deporte, Argentina ha dado pasos importantes hacia la consolidación de un rugby de alto nivel.
En definitiva, la victoria en Vélez se suma a una serie de resultados que fortalecen la mentalidad de Los Pumas y su reconocimiento a nivel mundial.