El domingo 20 de junio, Argentina se prepara para un enfrentamiento histórico contra los British & Irish Lions en Dublín, en un partido que, aunque no oficial en el calendario de World Rugby, mantiene viva la tradición de las giras internacionales. La convocatoria de Los Pumas presenta dificultades debido a las restricciones de cesión de jugadores por parte de clubes europeos y de la franchises de la UAR, complicando la formación del equipo. La rivalidad remonta décadas atrás y este encuentro continúa siendo un desafío emblemático para el rugby argentino.

Imagen relacionada de los pumas enfrentan a los british irish lions desafio argentino

Aunque el partido entre #Los Pumas y los #British & Irish Lions no está incluido oficialmente en el calendario de competiciones de World Rugby, su importancia en el #rugby internacional es inigualable.

Desde el siglo XIX, las giras que realizan los Lions cada cuatro años se han consolidado como uno de los eventos más esperados y emblemáticos del deporte en las islas británicas, reuniendo a los mejores jugadores de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda para desafíos que van más allá de lo puramente deportivo.

La tradición de estos enfrentamientos representa una oportunidad única para que los jugadores residenciados en clubes europeos puedan medir sus habilidades contra un combinado internacional de alto nivel, y para los seguidores, un espectáculo que despierta pasiones y revivir historias históricas de confrontaciones que quedaron en la memoria colectiva del rugby mundial.

El próximo encuentro, programado para el 20 de junio en el Aviva Stadium de Dublín, reaviva esa rivalidad y el espíritu competitivo que caracteriza estos duelos.

Sin embargo, la preparación no es sencilla para el equipo argentino. La falta de obligatoriedad para los clubes de ceder a sus jugadores limita la selección, haciendo que el entrenador Felipe Contepomi deba armar un equipo con recursos limitados y en función de la disponibilidad de los jugadores en diferentes ligas.

Contepomi sabe que no podrá contar con las estrellas que participan en las competencias de Francia, particularmente en el Top 14, donde muchos clubes están en plena fase de playoffs.

Entre los jugadores ausentes, destacan figuras como Mateo Carreras, Rodrigo Bruni y Santiago Chocobares, que militan en equipos franceses. La excepción fue Joel Sclavi, quien pertenece a Stade Rochelais, equipo que no clasificó a los playoffs y tiene más libertad para sus jugadores.

El plantel, por suerte, contará con representantes de la Premiership inglesa, la Super Rugby de Argentina y otros ámbitos internacionales. Algunos de los convocados en este torneo de élite incluyen a Julián Montoya, Juan Martín González, Santiago Carreras, Santiago Grondona, Rodrigo Isgró, Benjamín Urdapilleta y otros tantos que actualmente juegan en Inglaterra, Italia o en las franquicias argentinas en la competencia Super Rugby Américas.

Estos jugadores provienen de clubes de renombre como Harlequins, Bristol, Zebre, Brive y de franquicias nacionales como los Pampas XV o los Tarucas, que aportarán la experiencia y la energía necesaria para afrontar a uno de los equipos más duros del mundo.

La lista también incluye a jugadores que actúan en ligas extranjeras en Asia y Europa, reflejando la diversidad de carreras y experiencias que suman en el seleccionado nacional.

Por otro lado, el entrenador de los Lions, Andy Farrell, presentó en mayo una lista preliminar de 38 jugadores para la gira que incluye este encuentro y posteriores enfrentamientos en Australia.

La lista definitiva, sin embargo, fue reducida en 17 jugadores, dejando un grupo selecto. Farrell y su cuerpo técnico continúan preparando a sus jugadores en campamentos en Portugal y en Inglaterra, con la intención de estar en las mejores condiciones físicas y tácticas.

El desafío para Argentina no solo pasa por las limitaciones logísticas sino también por la historia. La última vez que Los Pumas enfrentaron a los Lions en 2005, la selección argentina sufrió varias bajas y no tuvo la oportunidad de presentar un equipo completo, lo que terminó en un empate en aquel entonces.

En aquella ocasión, el duelo quedó marcado por la polémica sobre la duración del descuento tras el tiempo reglamentario, que favoreció a los Lions y que todavía despierta recuerdos en los amantes del rugby nacional.

Felipe Contepomi, quien jugó ese histórico enfrentamiento en 2005 y fue capitán en ese partido, rememora con orgullo y algo de añoranza esas experiencias, pero también con la motivación de hacer historia ahora en su rol de entrenador.

La rivalidad con los Lions es emblemática y ayuda a elevar el nivel del rugby argentino, que busca consolidarse en el escenario internacional.

El compromiso y la preparación de Los Pumas para este encuentro reflejan no solo la pasión por un deporte que trasciende generaciones, sino también la lucha por competir de igual a igual contra uno de los rivales más respetados y temidos del rugby mundial.

Sin duda, será una jornada que quedará en los anales de la historia del deporte argentino y mundial.