Rosario Central logró una valiosa victoria 1-0 frente a Peñarol en su debut por la Copa Libertadores, pero los incidentes empañaron la jornada en el Gigante de Arroyito.

El pasado jueves, en el estadio Gigante de Arroyito, Rosario Central se impuso 1-0 a Peñarol en su primer partido por la Copa Libertadores.

A pesar del triunfo, la jornada estuvo marcada por los incidentes que ocurrieron tanto previo como posterior al encuentro.

Los problemas comenzaron antes del inicio del partido, cuando un grupo de hinchas locales arrojó vallas de contención a los seguidores uruguayos que se encontraban en la tribuna inferior.

La situación se intensificó con la respuesta de los fanáticos visitantes, generando un clima de tensión que requirió la intervención de los organismos de seguridad para evitar mayores daños.

El encuentro pudo desarrollarse con normalidad y el único gol del partido fue convertido por Carlos Quintana a los 46 minutos del primer tiempo.

Sin embargo, al finalizar el juego, los incidentes volvieron a ser protagonistas.

En un lamentable episodio, un proyectil impactó en el rostro de Maximiliano Olivera, lateral izquierdo de Peñarol, quien tuvo que ser trasladado a un centro médico para recibir atención.

A pesar de la gravedad de la situación, Olivera fue dado de alta tras recibir atención médica, y expresó mediante redes sociales su agradecimiento por las muestras de apoyo recibidas.

La violencia desatada en este encuentro ha generado preocupación en las autoridades deportivas, y se espera que la Conmebol tome medidas al respecto.

Tanto Rosario Central como Peñarol podrían enfrentar sanciones debido a los incidentes ocurridos durante el partido.

La seguridad en los estadios y el comportamiento de los hinchas son aspectos fundamentales que deben ser garantizados para la correcta realización de los eventos deportivos.

Esperamos que hechos como estos no se repitan en el futuro, y que el fútbol pueda disfrutarse en un ambiente de paz y respeto entre todas las partes involucradas.