El italiano Jannik Sinner y el español Carlos Alcaraz se disputan un lugar en la final de Roland Garros 2024 en una emocionante jornada de semifinales
El cuadro masculino de Roland Garros 2024 conocerá hoy sus dos finalistas, en una jornada de semis que se inicia con el duelo entre Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, protagonistas de una rivalidad que promete acaparar la atención del mundo del tenis en los próximos años.
El italiano, virtual número 1 del mundo (ocupará ese lugar oficialmente el lunes), y el español, tercero del ranking, se encuentran batallando sobre el polvo de ladrillo del Philippe Chatrier, en lo que se considera una suerte de 'final anticipada'. Y a continuación (no antes de las 12.30), el alemán Alexander Zverev, cuarto favorito, enfrentará al noruego Casper Ruud, séptimo.
Con televisación de ESPN2 y Star+.
Sinner, de 22 años, y Alcaraz, de 21, juegan el duelo más vistoso, el que todos los espectadores esperaban ver desde que el sorteo cruzó sus trayectorias en semifinales.
Nacidos ambos en el nuevo siglo, los dos ya saben lo que es levantar un Grand Slam (el italiano, en enero en Australia; el español, en el US Open 2022 y Wimbledon 2023), demostraron una enorme fortaleza tenística y mental y alimentaron el historial entre ambos con épicas batallas.
Basta recordar la de los cuartos de final de Flushing Meadows 2022: cinco horas y 15 minutos de lucha, un match point salvado por el español y un triunfo que lo metió en la final en la que luego inauguró su palmarés en la categoría y se convirtió en el número 1 del mundo más joven de todos los tiempos.
Carlos Alcaraz busca su tercer Grand Slam.
Carlitos está jugando su segunda semifinal consecutiva en París, un torneo en el que se superó año a año.
Tercera ronda en su debut en 2021, cuartos al año siguiente y semifinales el pasado, cuando los calambres le atenazaron frente a Novak Djokovic.
Este año llegó a París en un momento de dudas por una lesión en el brazo derecho que complicó su gira de polvo de ladrillo.
Empezó indeciso, con miedo a forzar el brazo, pero a medida que superó rondas fue ganando confianza y desplegando cada vez más su habitual explosión, aunque su entrenador, Juan Carlos Ferrero, asegure que todavía está 'al 95 por ciento'.
Sinner era hace un año uno más, un prometedor tenista que tenía todavía muchas mejoras que hacer sobre canchas lentas, pese a que en esa superficie había conseguido su primer resultados resonante en el circuito, en 2020, cuando alcanzó los cuartos de final.
En la segunda ronda de la pasada edición disputó cinco sets contra el durísimo alemán Daniel Altmaier que lo eliminó sin generar ninguna sorpresa mayúscula.
Jannik Sinner, contundente en el arranque del primer set.
En este 2024, todo es diferente, porque el italiano dio un salto cualitativo, traducido en su triunfo en el Australian Open tras derrotar al ruso Daniil Medvedev en la final.
Y en el primer tramo de temporada ganó además Rotterdam y Miami y perdió un solo partido.
Una lesión en la cadera tampoco lo dejó agarrar mucho ritmo en los torneos de polvo previos a Roland Garros, pero en las dudas se disiparon cuando pisó las canchas de Bois de Boulogne.
Por vez primera superó los cuartos del año de su debut.
La retirada de Djokovic le dejó servido el número 1 (será el primer italiano en ocupar esa posición). Y ahora tiene ante sí el duelo que puede abrirle la segunda final de un grande.
El duelo viene cargado de altas dosis de incertidumbre.
Están empatados 4-4 en el frente a frente entre ellos.
Los dos han ganado una vez en Grand Slam a su rival y ambos llegan tras superar una lesión que truncó su preparación de Roland Garros.
Ambos fueron creciendo a medida que avanzaban en el torneo, han cedido un set camino de la semifinal y firmaron una sólida exhibición en su último duelo.
¿Quién es el favorito? Ninguno de los dos quiere ese papel y nadie es capaz de aventurarse con un pronóstico claro.
En el otro lado del cuadro chocarán dos tenistas que llevan años llamando a la puerta de un Grand Slam, pero que todavía no lo consiguieron.
Ruud es más inesperado semifinalista de los cuatro, por mucho que haya jugado las dos últimas finales.
Como en las pasadas ediciones, el noruego llega con una sorprendente hoja de servicios sobre polvo de ladrillo, coronada con dos títulos, el de Barcelona y el de Ginebra, pero también como el jugador con más victorias del año, 39, también el que más tiene en esta superficie, 21. Pero su fortaleza se resiente mucho cuando afronta a rivales de la parte alta del ránking, aunque este año puede presumir de haber batido a Djokovic en semifinales de Montecarlo, donde acabó perdiendo la final contra el griego Stefanos Tsitsipas.
El escandinavo, de 25 años, llegará al duelo de este viernes tras tres días sin competición, porque la retirada del serbio le dispensó de duelo de cuartos.
Antes de empezar el torneo, Zverev era sin contestación el jugador más en forma del momento, porque venía de sumar en Roma su sexto Masters 1.000 y porque el resto de los favoritos habían sido muy irregularidades sobre tierra batida.
Pero con el paso de los partidos las cosas se han igualado.
Aunque encadena once victorias, el alemán se enredó en dos duelos a cinco sets en tercera ronda contra el neerlandés Tallon Griekspoor y en octavos frente al danés Holger Rune, mientras que el nivel de otros jugadores ha ido en aumento.
Pero a sus 27 años llega en un gran momento de madurez a su cuarta semifinal consecutiva en París, en busca de su segunda final de un Grand Slam cuatro años después de la que perdió en Estados Unidos contra el austríaco Dominic Thiem.
Con información de EFE