En un partido intenso en el estadio Mario Alberto Kempes, River Plate logró un importante triunfo ante Talleres de Córdoba gracias a un gol decisivo de Paulo Díaz.

El encuentro entre River Plate y Talleres de Córdoba, disputado en el estadio Mario Alberto Kempes, terminó con un resultado a favor de la visita gracias a un gol de Paulo Díaz en los minutos finales del segundo tiempo.

El central chileno anotó con un golpe de hombro que dejó sin respuesta al arquero Guido Herrera, confirmando así que el equipo dirigido por Marcelo Gallardo se siente revitalizado en su regreso a la competición.

Desde el inicio del partido, ambos equipos demostraron un respeto mutuo, lo que se tradujo en un juego cauteloso y con pocas oportunidades claras.

River, alineado con una defensa sólida y tres volantes, buscó minimizar riesgos.

En este planteamiento, los jóvenes Franco Mastantuono, quien cumplió 17 años recientemente, y Claudio Echeverri, se mostraron activos, estando siempre disponibles para contribuir al juego ofensivo de su equipo.

Talleres, por su parte, también empleó un enfoque defensivo, utilizando su esquema habitual del 4-2-3-1. Aunque al inicio intentaron controlar el juego, la expulsión de Lucas Suárez a los 14 minutos del segundo tiempo obligó a los locales a reestructurarse.

En esta fase, River tuvo mayores dificultades para imponerse, pues Talleres se defendió bien y mostró peligrosidad en las jugadas de pelota parada.

La primera mitad estuvo marcada por la escasez de acciones de gol, con un par de aproximaciones por parte de Talleres que no lograron concretarse.

Por un lado, Marcos Portillo probó suerte, pero su disparo fue atajado por Franco Armani, el arquero de River.

River también tuvo su oportunidad a través de un cabezazo de Paulo Díaz que terminó en las manos de Herrera, dejando en el aire la sensación de que el partido podría inclinarse en cualquier momento.

Tras la expulsión de Suárez, cuando parecía que River tenía la ventaja psicológica, Talleres se reagrupó y no permitió que su adversario se sintiera cómodo.

River, en un intento de desarticular la defensa rival, introdujo al juvenil Agustín Ruberto y también a criterios más experimentados como Ignacio Fernández y Manuel Lanzini, aunque esto no permitió que el juego fluyera con la claridad que Gallardo pretendía.

El momento decisivo llegó a cinco minutos del final, cuando un pase milimétrico de Ignacio Fernández encontró a Paulo Díaz, quien se halló en el lugar adecuado para marcar el gol de la victoria.

Este tanto no solo selló el triunfo por 1-0, sino que otorgó a River Plate una ventaja crucial de cara al partido de vuelta de la serie de octavos de final de la Copa Libertadores, que se llevará a cabo el miércoles en el Estadio Monumental de Núñez.

Con esta victoria, se confirma que el legado y la mística de Marcelo Gallardo continúan influyendo positivamente en el rendimiento del equipo, lo que es fundamental para encarar los desafíos venideros en la Copa, donde River busca reafirmar su condición de favorito y prolongar su historia exitosa en el torneo continental.