El equipo argentino, que buscaba avanzar en el Mundial de Clubes, sufrió una derrota ante Inter de Milán que lo deja fuera en la fase de grupos. La actuación del conjunto argentino fue de digna lucha, pero no alcanzó para avanzar a octavos de final.
Aunque al final el resultado fue decepcionante para la afición, el aliento durante todo el encuentro fue constante, dejando en claro el amor inquebrantable por los colores del conjunto argentino.
El objetivo principal de River en esta competencia era avanzar más allá de la fase de grupos, un logro que se vuelve casi obligatorio para clubes sudamericanos que desean dejar una huella en estas competencias internacionales.
Sin embargo, la tarea no fue sencilla. El enfrentamiento ante el Inter de Milán, uno de los grandes de Europa y vigente subcampeón de la UEFA Champions League, representaba una prueba de nivel y estrategia.
A pesar de la derrota, la actuación de River fue digna de elogio, especialmente en la primera mitad, cuando el equipo mostró voluntad y resistencia.
El partido, que era de vida o muerte, empezó con cierta ambición por parte de los argentinos, que intentaron igualar la balanza en medio de un escenario en el que el oponente, aunque con varias bajas de jugadores clave por lesión, conservaba un poderío ofensivo y defensivo importante.
Uno de los aspectos destacados del encuentro fue la estrategia de Marcelo Gallardo, quien mantuvo el esquema táctico 4-3-3 que ha caracterizado a River en los últimos años.
Con algunas variaciones en el segundo tiempo, cuando las circunstancias apremiaban, el entrenador apostó por cambios que buscaban mantener vivo el sueño de avanzar.
Sin embargo, la superioridad del Inter, especialmente con Lautaro Martínez en su mejor momento, fue demasiado para la defensa argentina.
El partido fue marcado por la intensidad y algunos momentos de riesgo para River. La defensa de los de Núñez tuvo que hacer esfuerzos extra para contener a un Inter que generaba peligros constantes, sobre todo en los contragolpes.
En algunas ocasiones, los defensores de River debieron emplearse a fondo para evitar goles, y el arquero Franco Mastantuono fue uno de los protagonistas con varias intervenciones importantes.
A los 50 minutos de juego, Lautaro Martínez logró dejar en el camino a Paulo Díaz y con un disparo cruzado marcó el único tanto del encuentro, que terminó siendo decisivo para el resultado final.
A partir de allí, el equipo argentino intentó buscar la igualdad, pero sufrió con llegadas peligrosas del conjunto italiano, que pudo haber aumentado la diferencia.
La expulsión de Mkhitaryan en los minutos finales complicó aún más las cosas para River, que con 10 jugadores tuvo que resistir una avanzada del Inter.
La #eliminación se confirmaría cuando un despeje defectuoso fue recuperado por Pío Espósito
La eliminación se confirmaría cuando un despeje defectuoso fue recuperado por Pío Espósito, quien definió con claridad, sellando el marcador y poniendo fin a las aspiraciones argentinas en esta edición del Mundial de Clubes.
La derrota no solo implicó quedar fuera del torneo, sino que también dejó dudas sobre el balance del plantel y la necesidad de reforzar algunas áreas para futuros compromisos internacionales.
En el contexto histórico, River ha tenido una notable participación en torneos internacionales, conquistando la Copa Libertadores en varias ocasiones y destacándose en la escena mundial con su estilo de juego y sus éxitos.
La experiencia adquirida en competiciones como el Mundial de Clubes, donde alcanzó la final en 2018, siendo subcampeón, sirvió para fortalecer al club y su identidad.
El paso por Seattle dejó una enseñanza clara: a pesar de la buena actitud y la entrega del plantel, la diferencia de calidad y experiencia en ciertos aspectos puede marcar la diferencia en partidos de alta exigencia.
