El equipo de River Plate llega con varias bajas y inconsistencias a los próximos partidos por la Copa Libertadores, en medio de un rendimiento que aún genera dudas en su entorno.

Sin embargo, en la actualidad, el equipo dirigido por Marcelo #Gallardo enfrenta una serie de obstáculos que podrían comprometer su rendimiento en la fase decisiva.
En el plano físico, la plantilla millonaria está aquejada por una serie de #lesiones que complican la conformación del once inicial. En este momento, ocho jugadores se encuentran en proceso de recuperación. La más sensible fue la de Germán Pezzella, que sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior en su rodilla izquierda, lo que le mantendrá fuera de las canchas hasta bien entrado el próximo año.
Además, Agustín Ruberto, quien se recupera de una lesión en los cruzados, continúa su rehabilitación. Maxi Meza sigue en proceso de recuperación de una tendinopatía en la rodilla, mientras que Lucas Martínez Quarta y Maxi Salas aún trabajan en la recuperación de esguinces en la rodilla, lo que podría retrasar su regreso a las canchas, incluso para la serie frente a Libertad.
Por otro lado, Sebastián Driussi continúa con molestias en su tobillo izquierdo tras un esguince severo en el Mundial de Clubes, y Juan Portillo, a pesar de tener el alta médica por tendinitis rotuliana, necesita mayor ritmo de entrenamiento antes de volver a la competencia oficial.
Paulo Díaz, que también presenta molestias en su rodilla izquierda, no pudo jugar el clásico frente a Independiente, aumentando las dudas sobre su disponibilidad para los próximos partidos.
La ausencia de piezas clave ha obligado a Gallardo a improvisar en la defensa central. La lesión de Lucas Martínez Quarta, Pezzella y Díaz limita las opciones del entrenador para armar la dupla defensiva. En este contexto, River cuenta con Sebastián Boselli y el juvenil Ulises Giménez en ese puesto, mientras que aún se trabaja por incorporar a Portillo en la línea defensiva si la situación de Díaz no mejora.
La planificación del técnico apuesta también a la recuperación de Díaz para reforzar esa línea, ya que la doble competencia exige un rendimiento óptimo.
Desde el punto de vista futbolístico, aunque River lidera su grupo en la Liga Profesional y no ha perdido ningún partido en lo que va del semestre, su rendimiento en partidos considerados de mayor exigencia todavía deja dudas.
En encuentros como los clásicos con San Lorenzo e Independiente, el equipo no logró desplegar un juego convincente. En especial, en el partido en Avellaneda, River fue superado tácticamente y solamente consiguió un punto, con una actuación destacada de Armani bajo los palos.
Marcelo Gallardo
Marcelo Gallardo, en su habitual análisis, expresó su preocupación: “Las intenciones que teníamos no las pudimos ejecutar ante un Independiente que tuvo una energía diferente.
Armani respondió bien y, en definitiva, sacamos un punto, pero no podemos conformarnos con eso”. La situación genera inquietud en la dirección técnica, que debe encontrar soluciones rápidas para asegurar un rendimiento competitivo.
Otra de las cuestiones que preocupa al plantel es la situación del delantero Miguel Borja, quien atraviesa un momento de baja forma y apenas ha marcado un gol en los últimos diez partidos.
Para la serie ante Libertad, Borja sigue siendo la opción principal en la punta, dado que Driussi, aunque cerca de volver, aún no está en condiciones de ser titular y Salas, por su parte, está en proceso de recuperación tras una lesión en la rodilla.
Gallardo ha sido claro en sus declaraciones respecto a la recuperación de sus atacantes: “Driussi está en los plazos estipulados, entre seis y ocho semanas, y depende de cada jugador cómo evoluciona.
Veremos cómo avanzamos para tener a todos en óptimas condiciones”. La directiva y el cuerpo técnico buscan que los tiempos sean los adecuados, priorizando la recuperación completa y la prevención de recaídas.
Por último, uno de los aspectos a tener en cuenta en los próximos duelos será la actuación del árbitro Wilton Sampaio, cuyo antecedente más reciente con River fue polémico en 2019 durante las semifinales ante Boca en La Bombonera.
El juez brasileño ha sido señalado por su tendencia a favorecer a locales, lo que genera inquietud en el entorno millonario. Gallardo, por su parte, evitó referirse públicamente al tema, aunque dejó entrever que espera una actuación imparcial en la serie.
En cuanto al rival de turno, Libertad, llega a esta instancia con la confianza reforzada tras ser campeón del torneo Apertura en Paraguay y con la intención de hacerse fuerte en Asunción.
La dificultad para acceder al estadio de La Huerta, con capacidad para 15 mil espectadores, no impide que los paraguayos intenten aprovechar su condición de local.
El equipo dirigido por Daniel Garnero intentará sorprender al conjunto argentino, que llega con varias bajas, pero con la historia y experiencia en competencias internacionales de su lado.