Los fanáticos de River Plate mostraron su apoyo incondicional en Seattle, con concentraciones y manifestaciones de cariño en la previa de un encuentro crucial para la clasificación del equipo. La pasión del equipo argentino trasciende fronteras y se hace sentir en cada rincón del mundo.

Los hinchas del equipo argentino se congregaron en diversos puntos de la ciudad para mostrar su incondicional apoyo a su club, en un ejemplo más de cómo la fanaticada trasciende kilómetros y fronteras.
La Acerbo, conocida también como la banda de River, viajó desde Argentina para acompañar a su equipo en un momento clave de la temporada. La delegación del Millonario, dirigida por Marcelo Gallardo, hizo su ingreso en el hotel The Westin, cercano al emblemático Lumen Field. Antes de que el equipo partiera hacia su frontera de competencia, los hinchas se agrupaban en Victory Hall, un bar de grandes dimensiones, para expresar su apoyo con música, banderas y cánticos.
En ese espacio, incluso el ex presidente del club, Rodolfo D’Onofrio, fue visto participando como un hincha más, vistiendo la camiseta del club.
Minutos después, los seguidores recorrieron aproximadamente dos kilómetros a pie para llegar a la entrada del hotel y recibir a los futbolistas. Con banderas, bombos y toda la pasión característicamente argentina, los fanáticos corearon canciones clásicas del club, como “El que no salta, es bostero”, en respuesta a una celebración de los hinchas de Boca Juniors que en el pasado habían tenido poca presencia en otra competencia en Nashville, donde la diferencia en el respaldo fue notable.
Durante el evento, algunas canciones aludieron a la histórica rivalidad entre River y Boca. La más popular fue: “Shhhh… un minuto de silencio para Boca”, un canto típico que los hinchas usan para recordar la derrota del rival en distintas competencias.
Sin embargo, la atención principal estuvo centrada en el equipo y en la ilusión de avanzar a los octavos de final del torneo.
Los hinchas ya estaban en la calle cantando: “Ponga huevo
Desde temprano, los hinchas ya estaban en la calle cantando: “Ponga huevo, huevo Millonario, ponga huevo, huevo sin cesar, que mañana cueste lo que cueste, que mañana tenemos que ganar”.
La expectativa era alta, y los fanáticos estaban dispuestos a apoyar a River en todos los sentidos, incluso en un país donde el fútbol es el deporte más popular y donde la comunidad argentina en #Seattle tiene una presencia significativa.
El ambiente en Seattle se impregnó de esa pasión irreductible del fútbol argentino, que se refleja en cada partido y en cada demostración de apoyo.
La historia del club está llena de momentos destacados y logros que fortalecieron su identidad, tanto en Argentina como en el exterior. La presencia de la hinchada en ciudades como Seattle evidencia la profunda conexión que existe entre el equipo y su afición, un vínculo que se mantiene vivo y fuerte pese a las distancias.
Para los fanáticos, estos gestos van más allá del simple apoyo, constituyen una muestra de fidelidad y pertenencia que trasciende los límites geográficos.