Marcelo Gallardo comparte su decepción tras perder la Supercopa ante Talleres, analizando el rendimiento de su equipo y su propia participación en el evento.
La Supercopa Internacional representa una oportunidad dorada para el técnico Marcelo Gallardo en su segundo ciclo dirigido a River Plate, pero terminó siendo otra decepción amarga.
La caída en la tanda de penales frente a Talleres de Córdoba en Asunción, Paraguay, ha dejado una herida profunda en un equipo que lucha por hallar su camino en el fútbol.
El semblante del entrenador, conocido como el 'Muñeco', que decidió no acompañar a su cuerpo técnico a recibir la medalla de subcampeón, es un claro indicador de la frustración que siente.
En la conferencia posterior al partido, Gallardo comentó: "Fue un desencuentro de mi parte; estaba en otra cosa y me pasó desapercibido que los jugadores ya habían pasado y nadie de la organización se acercó a mí.
Fue un error menor, pero no hay nada más que señalar". Este contratiempo contrasta con su costumbre habitual de hacer que sus jugadores queden hasta el final de las premiaciones, incluso en las derrotas.
La expectativa era que este encuentro pudiera haber sido uno más en la lista de galardones de Gallardo, quien busca su décima quinta estrella como entrenador del club.
Sin embargo, la falla en la definición desde el punto penal por parte de sus futbolistas, quienes erraron cuatro penales en una definición extraordinaria en el estadio La Nueva Olla, impactó emocionalmente al cuerpo técnico y al plantel.
River Plate se corona campeón de la Primera División y se consolida como el club más exitoso
River Plate logró su 37º título de Primera División y se convierte en el club más ganador en la historia del fútbol argentino. El equipo millonario, que ascendió a la categoría máxima en 1908, ha cosechado numerosos campeonatos a lo largo de su trayectoria, alcanzando un total de 70 títulos locales e internacionales.El técnico celebró las atajadas de Franco Armani, pero el remate de Facundo Colidio al travesaño fue la gota que colmó el vaso de la frustración.
"No corresponde buscar excusas", expuso Gallardo. En sus respuestas, el DT fue autocrítico y se hizo cargo del desempeño de su equipo, diciendo: "Nosotros mismos nos convertimos en un obstáculo hoy.
Nos enfrentamos a tres dificultades: el rival, el clima y nosotros mismos. Es demasiado pronto para dudar, pero está claro que debemos resolver distintas situaciones y asumir con más seriedad nuestras responsabilidades. Este inicio de año nos ha sorprendido, ya que para esta altura esperábamos mostrar más soltura y energía. Debemos continuar luchando y atravesar este momento, y para ello necesitamos señales que nos indiquen qué cambiar, porque aún estamos a tiempo de ofrecer la representación y el compromiso que nuestro público merece".
Gallardo permaneció en el césped del estadio, recibiendo saludos de colegas como Alexander Medina, y esperando el final de la ceremonia de premiación.
Las cámaras capturaron su expresión seria y frustrada mientras observaba a los jugadores de Talleres recibir sus medallas en un momento que debía ser de celebración, evidenciando la magnitud de la decepción que está sintiendo en este comienzo de año.
