El técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, se encuentra en una situación crítica tras la derrota en la Supercopa Internacional, poniendo en duda su capacidad de revertir el rumbo del equipo.

Marcelo Gallardo está atravesando un momento complicado en su segundo ciclo como entrenador de River Plate. El conocido dicho que reza que 'segundas partes no siempre son buenas' parece cobrar sentido al observar el desempeño reciente del equipo. Hace tan solo unas semanas, el equipo se enfrentó a Talleres en la Supercopa Internacional en Asunción y, tras una agonizante tanda de penales, quedó eliminado.
Este revés no solo ha puesto de manifiesto las carencias del plantel, sino que también ha desatado el descontento entre los aficionados y analistas deportivos, quienes ven al equipo como carente de identidad y propósito.
Durante el choque en Paraguay, River Plate mostró una de sus peores actuaciones en años, completamente apagado y sin capacidad de generar peligro en el arco rival.
La única ocasión que tuvieron para abrir el marcador fue un cabezazo de Miguel Borja que terminó en las manos del arquero Guido Herrera. Tras este desalentador desempeño, Gallardo reconoció en conferencia de prensa que el equipo no ha logrado representar los valores que el hincha espera.
Este es, sin duda, el período más crítico de Gallardo al frente de River. Él mismo es el arquitecto del equipo que ha dejado de mostrar esas características que le otorgaron gloria en el pasado. Desde su regreso, la inversión en refuerzos ha sido significativa, superando los 36 millones de euros en las últimas ventanas de transferencias, lo que hace que los resultados sean aún más decepcionantes.
Como él mismo ha expresado: "Soy la persona más incómoda cuando las cosas no salen". En este contexto, se observará cómo reacciona ante la presión y la crítica.
El clima de incertidumbre también se debe a la falta de creatividad y chispa en el juego del equipo, una tendencia que ya se había insinuado durante la última etapa de Martín Demichelis.
River Plate se corona campeón de la Primera División y se consolida como el club más exitoso
River Plate logró su 37º título de Primera División y se convierte en el club más ganador en la historia del fútbol argentino. El equipo millonario, que ascendió a la categoría máxima en 1908, ha cosechado numerosos campeonatos a lo largo de su trayectoria, alcanzando un total de 70 títulos locales e internacionales.Después de un inicio prometedor, el equipo bajo su mando sufrió un bajón significativo, lo que llevó a los directivos a traer nuevamente a Gallardo.
Las expectativas eran altas y un regreso al éxito parecía inminente, pero el fútbol es impredecible y, como se está viendo, no siempre se cumple la lógica.
Gallardo aún no ha logrado cambiar el rumbo de la historia reciente. Mientras los hinchas apuntan sus críticas hacia los jugadores, el entrenador también enfrenta cuestionamientos respecto a su gestión táctica y a las decisiones tomadas en el mercado de pases.
La falta de un mediocampista creativo y un goleador ha sido motivo de debate, así como su insistencia en alinear a futbolistas que no han logrado responder a la exigencia del club.
Las estadísticas también son alarmantes. En sus 33 partidos desde su regreso, Gallardo tiene un porcentaje de puntos del 57%, muy inferior al 72% que consiguió en su primera etapa, donde levantó dos títulos importantes.
Ha sumado 14 victorias y 5 derrotas, y aún no ha podido consagrarse en esta nueva etapa.
A poco más de un mes para el inicio de la Copa Libertadores, Gallardo sabe que necesita encontrar soluciones pronto. "Cuando no salen las ideas que nos han identificado, hay que seguir insistiendo. Si hay que cambiar, hay que hacerlo. Hay que ver los nombres que pueden dar lo que estamos acostumbrados", afirmó con voz seria y autocrítica. Su misión ahora será encontrar el rumbo que permita a River Plate volver a ser un protagonista en el fútbol sudamericano. Con este desafío en el horizonte, la pregunta es si Gallardo será capaz de revertir la situación y regresar a la senda del éxito.