Una nueva semifinal de la Supercopa de España entre el Real Madrid y el Mallorca estuvo llena de polémicas, protagonizadas por Vinicius Júnior y Pablo Maffeo.
En cada encuentro entre el Real Madrid y el Mallorca, las controversias siempre encuentran su lugar, y la reciente semifinal de la Supercopa de España no fue la excepción.
Este choque, que tuvo lugar el 9 de enero de 2025, se convirtió en un nuevo capítulo en la saga de tensión entre el delantero brasileño Vinicius Júnior y el argentino Pablo Maffeo.
Aun cuando ambos prometieron dejar de lado las tonterías, parece que esos compromisos se desvanecieron rápidamente.
Históricamente, los enfrentamientos entre estos equipos han estado cargados de emociones y conflictos. Desde el debut de Vinicius en el Real Madrid, se han visto múltiples ocasiones en las que su estilo de juego ha causado fricciones con rivales, y Maffeo no es la excepción.
En esta ocasión, la controversia se apoderó del partido, eclipsando el resultado final, que fue una clara victoria de 3-0 para el Madrid.
Durante el encuentro, el clima se tornó tenso. Mientras el Real Madrid alcanzaba la final, donde les esperaba el FC Barcelona, las disputas físicas y verbales entre los jugadores estaban en aumento.
Aurélien Tchouaméni, mediocampista del conjunto merengue, fue claro al señalar que el comportamiento provocador de Maffeo era evidente para él y sus compañeros.
Sin embargo, a pesar de la fama de Vinicius por ser un jugador que puede enojar a sus oponentes, muchos dentro del vestuario del Madrid coincidieron en que, en esta ocasión particular, el conflicto fue iniciado por el defensa del Mallorca.
La primera acción polémica del partido ocurrió cuando Maffeo simuló ser víctima de una agresión no existente por parte de Vinicius, lo cual dejó muy claro que se trataba de una estrategia para provocar una expulsión.
El árbitro del encuentro, Ricardo De Burgos Bengoetxea, no cayó en el engaño y mantuvo su decisión, a lo que Vinicius respondió, descalificando a Maffeo tras la fingida agresión.
Esta tensión no solo se sintió en el campo, sino que el mismo clima se había calentado días antes, gracias a las declaraciones del capitán del Mallorca, Antonio Raíllo, quien había negado que su equipo siempre buscase provocar a Vinicius, un argumento que rápidamente dejó de tener validez ante la actuación de su compañero.
El ambiente se volvió aún más candente cuando, en un podcast previo, Maffeo hizo comentarios jocosos sobre un posible encuentro de boxeo con Vinicius, afirmando que lo noquearía en menos de diez segundos.
Pese a que el defensor aclaró que fue una broma, ese tipo de declaraciones acabaron caldeando más las emociones entre ambos equipos.
Los técnicos de ambos equipos, Carlo Ancelotti y el entrenador del Mallorca, también reconocieron que los incidentes eran innecesarios y que los jugadores habían perdido el control.
La situación demostró una vez más que, en el mundo del fútbol, las rivalidades y las disputas pueden sobrepasar con frecuencia el ámbito puramente deportivo.
En el caso del Real Madrid, la victoria fue un paso hacia el inicio de un nuevo ciclo de éxitos, pero la sombra de las controversias siempre parece seguir a sus jugadores cuando se encuentran con el Mallorca.