El equipo de Gustavo Costas busca recuperarse tras la eliminación en Copa Argentina y concentra sus esfuerzos en la clasificación a la próxima fase de la Copa Libertadores, enfrentando dificultades tanto en lo deportivo como en lo institutional.

Aunque una victoria no necesariamente hubiera diluido las dudas existentes, la realidad es que el equipo dirigido por #Gustavo Costas lleva tiempo enfrentando incertidumbres en su rendimiento futbolístico.
La victoria de River, además, puso en evidencia las falencias de la Academia en momentos cruciales, poniendo en duda si el equipo podrá afrontar con garantías los próximos compromisos internacionales, en particular el duelo de ida contra Flamengo por los octavos de final de la Copa Libertadores, programado para el 22 de agosto en Río de Janeiro.
El modo de jugar de #Racing sigue siendo mayormente basado en balones largos y pelotazos dirigidos al delantero centro, un recurso que, aunque en ocasiones ha dado réditos, se ha vuelto previsible y limitado.
A lo largo de esta temporada, el plantel sufrió salidas importantes en el mercado de fichajes, como las de Juan Fernando Quintero y Roger Martínez, y además ha sufrido lesiones en jugadores clave como Matías Zaracho y Luciano Vietto.
La falta de refuerzos de jerarquía y la pérdida de experiencia y creatividad en el medio campo y la delantera han mermado las opciones ofensivas del equipo.
Desde la gestión dirigencial liderada por Diego Milito, en el pasado se prometió en el mercado de pases un salto de calidad que aún no se ha materializado, incrementando la sensación de que el plantel actual está algo por debajo del nivel del año anterior.
La falta de piezas con mayor jerarquía se ha notado en partidos decisivos, como el enfrentamiento contra River, donde Racing no logró traducir en goles las pocas oportunidades creadas.
En el aspecto táctico, la estrategia del pelotazo largo al área rival se ha convertido en la opción predominante para la Academia, una táctica que ha servido en algunos partidos pero que se ha vuelto predecible para los adversarios.
Lo que complicó aún más las posibilidades ofensivas de Racing
En el último encuentro en Rosario, el rival aplicó un ajuste táctico importante, controlando a los jugadores que participan en estas llegadas por las bandas y en el juego aéreo, lo que complicó aún más las posibilidades ofensivas de Racing.
Gustavo Costas, en su análisis post-partido, admitió que el exceso de uso de los balones largos en el segundo tiempo contribuyó a una pérdida de energía y de efectividad, además de permitir a River cerrar espacios con tranquilidad.
La comparación con temporadas anteriores revela que el desempeño del equipo en ataque ha sufrido un descenso notable, especialmente en cuanto a la contribución goleadora de Adrián Martínez y Adrián Maravilla Martínez, quien en los primeros meses del año fue el principal goleador del equipo, pero ahora ha visto disminuido su aporte en goles.
Maravilla, además, ha recibido varias amonestaciones y fue expulsado en el partido en Rosario, lo cual refleja las dificultades internas que enfrenta en su rendimiento y comportamiento dentro del campo.
La falta de un reemplazante claro para Salas, quien dejó el club el año pasado, también ha afectado la eficacia en la ofensiva.
Para afrontar los desafíos actuales, Costas y su cuerpo técnico deben ser capaces de ajustar la estrategia, planificando no solo para el torneo local sino también para afrontar con ritmo y energía los cotejos internacionales.
La acumulación de lesiones, desgaste físico y la baja en el rendimiento de algunos jugadores ponen en duda la capacidad del equipo para mantener un nivel competitivo, pero también representan una oportunidad para que los jugadores suplentes puedan demostrar su valía.
De cara al duelo con Flamengo, Racing tiene que encontrar un equilibrio entre descansar a sus titulares y mantener cierta intensidad en sus entrenamientos.