El equipo argentino logró un triunfo agónico en un partido sin brillo, gracias a un gol espectacular en los minutos finales que le permite mantener vivas sus aspiraciones en la Copa Libertadores después de años de espera.
A pesar de no ofrecer su mejor rendimiento, Racing logró sumar una victoria clave en su grupo de la Copa Libertadores, demostrando una vez más que en el fútbol, la fe y la persistencia pueden ser decisivas.
El encuentro, disputado en el estadio del Cilindro de Avellaneda, se tornó emotivo y lleno de tensión, culminando con un golazo en los minutos de descuento que hizo vibrar a su afición.
El partido parecía encaminarse hacia un empate sin goles, un resultado que, si bien les aseguraba mantener la clasificación, dejaba a ambos equipos en una situación de prudente cautela.
La tensión se palpaba en el ambiente, con un ritmo de juego que se mantuvo en un nivel discreto, y muchas oportunidades desperdiciadas por ambos lados.
Sin embargo, en un momento de inspiración, García Basso envió un largo pelotazo desde atrás hacia el área rival, buscando a Adrián Martínez, que se había movido con inteligencia.
Martínez, un delantero de gran presencia en el área, saltó con determinación y cabeceó hacia el arco. La pelota, que parecía destinada a ser fácil para el arquero rival, tomó un desvío y se elevó. En ese instante, el jugador argentino realizó una espectacular chilena que terminó en la red, desatando la euforia en el Cilindro, que vio como su equipo lograba un 1-0 épico en el minuto 93.
Este tanto no solo le otorgó la victoria en ese momento, sino que además le permitió a Racing mantenerse como líder indiscutible en su zona y consolidarse entre los tres mejores primeros en la etapa de grupos, asegurando así un potencial pase directo a la fase de eliminación directa, excluyendo solo a Palmeiras y San Pablo de la clasificación inicial.
La victoria no solo llenó de ilusión a los hinchas, sino que reafirmó la confianza del equipo en sus capacidades de pelear alto en continente.
Durante el desarrollo del partido, Racing intentó controlar el ritmo del juego, manejando los tiempos en un contexto en el que Fortaleza se retrajo en defensa y apostó por contraatacar.
La defensa del equipo brasileño hizo un trabajo eficaz para neutralizar los intentos ofensivos, aunque tuvo algunas oportunidades para anotar, especialmente en el primer tiempo, con remates que fueron bien detenidos por el arquero anfitrión.
El segundo tiempo trajo un ligero cambio en la dinámica, con ambos equipos cuidando más el resultado. La estrategia de Fortaleza de replegarse y buscar una contra parecía funcionando, pero no lograron poner en peligro a la defensa local. La intensidad bajó, y el partido parecía terminar en un empate que ambos aceptaban con resignación, hasta que llegó la alegría final en la melé del descuento.
Este resultado marca un paso importante en la historia de Racing, que en los últimos años ha tenido altibajos en sus participaciones en el torneo continental.
El equipo argentino, con una tradición de éxito en Sudamérica —hablando de historia, Racing ha conquistado en múltiples ocasiones la Copa de Campeones y ha sido un protagonista habitual en competencias internacionales—, busca ahora retomar su brillo y volver a los máximos escenarios del fútbol sudamericano.
La clasificación a la próxima fase de la Libertadores fortalecerá la moral del plantel, que todavía tiene metas ambiciosas por delante. La afición de Racing, conocida por su pasión y lealtad, celebró con entusiasmo esta victoria que, aunque conseguida en circunstancias apretadas, representa una muestra de carácter y de la capacidad de lucha que caracteriza a este histórico club argentino.
