Hace un año, Gustavo Costas fue presentado como el nuevo director técnico de Racing Club, generando un gran revuelo entre los hinchas.

En ese momento, el DT llegó a un acuerdo por un salario muy modesto, conocido como "por el pancho y la coca". A pesar de que el entonces presidente Víctor Blanco había declarado que Costas siempre fue su principal candidato, el contrato que se le ofreció no reflejaba el cariño que el técnico, un ferviente hincha del club, siente por la institución.

Esto llevó a que Costas perdiera a varios de sus colaboradores debido a un presupuesto insuficiente para sustentar a todo su equipo técnico.

Con la llegada de una nueva comisión directiva, liderada por Diego Milito, el futuro de Costas en el club está en la balanza, especialmente tras haber conquistado la Copa Sudamericana, algo que no sucedía desde hacía 36 años para Racing.

A lo largo de los últimos dos meses, las dudas sobre la continuidad de Costas se hicieron palpables.

Una derrota ante Boca Juniors en la Liga Profesional habría podido sellar su destino, a pesar de los buenos resultados en el torneo continental.

En un intento por mejorar la situación, el equipo dirigido por Víctor Blanco barajó la posibilidad de repatriar a su anterior entrenador, Chacho Coudet.

Sin embargo, las actuaciones del equipo lograron cambiar la opinión de muchos, y se empezaron a escuchar voces que abogaban por la continuidad del coach.

La situación cambió tras las victorias, incluyendo una memorable contra River Plate, donde la hinchada volvió a aplaudir fervientemente a Costas.

Esto llevó a Sebastián Saja, ahora encargado del fútbol del club, a declarar que su prioridad tras las elecciones sería iniciar conversaciones con el técnico sobre una posible renovación.

No obstante, en declaraciones posteriores, Costas puso en duda su continuidad, diciendo que no podía hacer planes debido a la incertidumbre sobre el futuro del club.

En una conferencia de prensa, reflexionó sobre el año que vivió, mostrando su descontento con aquellos que se sumaron a los elogios cuando las cosas iban bien, recordando que muchos de los jugadores que ahora son aclamados no eran conocidos antes de su llegada.

Este diálogo entre Costas y los directivos continuó, y aunque se hizo una oferta de aumento de su salario, el monto inicialmente ofrecido era bajo considerando su éxito reciente.

En el mundo del fútbol, el Santos de Brasil ha mostrado interés en el entrenador, lo que complica aún más su situación, dado que el club brasileño está dispuesto a invertir fuertemente para construir un equipo competitivo capaz de pelear por el título.

Con la presión de diferentes frentes, Costas enfrenta una decisión clave respecto a su futuro.

Un contrato que refleje su valor es fundamental para él, y tras haber dirigido 56 partidos con 32 victorias a su espalda, más su logro histórico con la Sudamericana, los próximos días serán cruciales para definir si continuará su camino en Racing o si optará por embarcarse en nuevos desafíos.