El exjugador y actual entrenador Gustavo Costas vuelve a hacer historia con Racing al conquistar la Copa Sudamericana, reforzando su conexión con el club.

Imagen relacionada de gustavo costas icono racing campeon copa sudamericana

La historia de Gustavo Costas y Racing Club de Avellaneda es una de esas narrativas que el fútbol argentino atesora con especial cariño.

No es solo un nombre asociado a la camiseta blanca y celeste; es un símbolo de pasión, perseverancia y amor incondicional por el club.

Tras haber pasado por diferentes etapas en la institución, Costas ha conseguido, una vez más, dejar su huella al liderar a La Academia hacia la conquista de la Copa Sudamericana.

Costas, quien ya había sido jugador y luego se desempeñó como mascota del club, ha demostrado ser un verdadero referente dentro de la institución.

Con humildad y dedicación, ha traído al equipo los valores que lo caracterizan.

Desde su debut como jugador en 1982, bajo la dirección de Carlos Cavagnaro, el actual entrenador ha vivido la esencia de Racing en cada una de sus etapas.

Su primera aparición profesional fue en un partido contra Vélez, donde se le dio la responsabilidad de marcar a un joven Carlos Bianchi, figura destacada del fútbol argentino.

Años más tarde, Costas se desempeñaba en el Correo Argentino mientras brillaba en la primera división, un ejemplo de sacrificio que muchos pueden admirar.

Recuerda que en una salida de entrenamiento, Cavagnaro lo sorprendió al ofrecerle contrato en la sede del club, un momento clave en su carrera.

Ahora, como director técnico, Costas ha llevado a Racing a un rendimiento sobresaliente en la Copa Sudamericana, donde el equipo mostró un juego atractivo y una notable autoridad en la final.


Este campeonato no solo refuerza su legado, sino que también destaca su capacidad para motivar y unir a los jugadores en torno a un mismo objetivo: representar a Racing con orgullo.

A lo largo de su carrera, Costas ha dejado claro que la unión del equipo es vital para superar adversidades.

A pesar de ser una competencia con mucha presión, la conexión entre él y sus futbolistas es palpable y ha sido un factor determinante en este triunfo.

Cada victoria, cada desafío superado, es una prueba de que el fútbol es un esfuerzo colectivo, donde el trabajo en equipo es esencial.

El triunfo de Racing en la Copa Sudamericana va más allá de un simple trofeo; es una reivindicación de valores y una celebración del esfuerzo conjunto.

Felicitaciones a Gustavo Costas por este logro significativo, que seguramente quedará grabado en la historia del club.

Saludo también a toda la comunidad racinguista, que sigue acompañando y apoyando a su equipo con fervor.

Costas, con su amor por Racing, ha logrado hacer de cada partido una celebración del espíritu académico.

Sin duda, el legado de Costas en Racing es mayor que cualquier trofeo.

Esta victoria es un testimonio del compromiso y la pasión que lo han llevado a ser un ícono del fútbol argentino, y una inspiración para las futuras generaciones.