Racing Club celebra una histórica clasificación a la final de la Copa Sudamericana, pero enfrenta la suspensión de su estadio debido a incidentes de pirotecnia que dejaron heridos.

El pasado jueves, el Estadio Presidente Perón, conocido como el Cilindro, vibró con la euforia de los hinchas de Racing Club después de que el equipo lograra clasificar a la final de la Copa Sudamericana, una hazaña que no se registraba desde hacía 36 años.

Sin embargo, la alegría se ha visto empañada por la decisión de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe), que investiga el uso de pirotecnia durante el evento y ha anunciado la posible clausura del estadio.

El encuentro que llevó a Racing a la final fue contra los brasileños de Corinthians, y la actuación de los aficionados fue digna de recordar.

Los fanáticos dieron un recibimiento espectacular al equipo, sin embargo, esto se tornó preocupante cuando se reportaron al menos 20 heridos, según los servicios médicos que estaban presentes en el encuentro.

Esta situación ha llevado a APreViDe a considerar tomar medidas drásticas contra el Cilindro, incluido un período de clausura que afectaría varios partidos locales de la Academia.

La organización, que depende del gobierno provincial de Buenos Aires, expresó su preocupación tras los incidentes.

En un comunicado explicaron que se están analizando los hechos ocurridos y que podrían cerrar el estadio por un plazo de 30 días.

Esto implicaría que Racing jugaría como local sin la presencia de su afición, lo que afectaría considerablemente el ambiente del encuentro marcado para el 10 de noviembre ante Independiente Rivadavia en la Liga Profesional.

En el contexto de la competición actual, este partido sería un importante ensayo antes de que Racing viaje a Paraguay para disputar la final de la Copa Sudamericana contra Cruzeiro.

El equipo no solo se perdería la calidez de su público durante un partido decisivo, sino que también impactaría la decisión de la directiva de abrir el estadio para aquellos hinchas que no pueden hacerse presentes en los partidos fuera del país.

La institución no se ha quedado de brazos cruzados y ha manifestado su desacuerdo con la sanción impuesta.

En un pronunciamiento oficial, el club expresó su indignación frente a la medida, resaltando que esta penaliza a una hinchada que, en su mayoría, había participado de manera ejemplar y con todas las medidas de seguridad necesarias.

Consideran que esta sanción no solo es injusta, sino que también crea un precedente negativo que podría atentar contra el espectáculo del fútbol argentino.

El club ha subrayado que se apelará la medida, ya que creen firmemente en que sus seguidores han demostrado ser responsables y apasionados por el fútbol, un hecho que deberían celebrar, no penalizar.

Mientras tanto, Racing se prepara para enfrentar la final soñada con el deseo de que la justicia prevalezca y su casa, el Cilindro, vuelva a llenarse del fervor de sus hinchas en el menor tiempo posible.