La historia de Adolfo Cambiaso, uno de los íconos más influyentes del polo argentino, que con sus logros y legado ha transformado el deporte y se prepara para seguir dejando huella en su último año de competencia.

Desde sus inicios en las canchas de Cañuelas, Cambiaso mostró un talento excepcional y una pasión inigualable por los caballos y el juego. A los 19 años, ya había alcanzado un hándicap de 10 goles, un nivel impresionante que pocos deportistas logran a esa edad, y a los 21 fundó La Dolfina, un club que revolucionó el polo moderno y que, con el tiempo, se convirtió en una verdadera dinastía.
Su infancia en Cañuelas estuvo marcada por el amor a los caballos, un entorno familiar que influyó profundamente en su desarrollo y que lo convirtió en un criador de caballos de categoría mundial.
Sino también por su dedicación a la cría y perfeccionamiento de exquisitos caballos de polo
Cambiaso no solo destacó por sus habilidades en la cancha, sino también por su dedicación a la cría y perfeccionamiento de exquisitos caballos de polo.